12 de enero de 2015 | Joaquín Rayego Gutiérrez

Manuel Montes, un peñarriblense en los madriles

COMO MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN TAURINA, “LOS ARENEROS”, RADICADA EN MADRID, MANOLO HACE AMIGOS “A PUÑAOS”

El Llano, Junio de 1960
El Llano, Junio de 1960
Manuel Montes Mira (Peñarroya- Pueblonuevo, 1949) tiene nombre de torero, como dice Álvarez- Monteserín en entrevista realizada para “Béjar en Madrid”, periódico decano fundado en 1917.
Por la manera de hablar y por su forma de expresarse Manolo se nos figura un tipo abierto y cordial. El tono coloquial, alegre y dicharachero de su conversación es ya cosa de otros tiempos, de cuando se usaba con tino el refrán y la tertulia arrancaba en el primer cigarrillo, para irse hilvanando hasta no más decir. Su aspecto, entre campechano y cándido, no es suficiente disfraz para ocultar al estudioso que esconde. Porque Manolo es hombre de una gran curiosidad que dispone de su tiempo para investigar las materias que tanto le apasionan – la música y los toros –, y en aglutinar una interesantísima documentación sobre su gente y su pueblo; documentos que generosamente cedió a quien hiciera uso de ellos, sin más contraprestación.
Como miembro de la Asociación Taurina, “Los Areneros”, radicada en Madrid, Manolo hace amigos “a puñaos”, como refieren sus conocidos de Béjar y de El Puerto de Santa María, lugares distintos y distantes a los que les llevó sus afinidades electivas, como muestran sus artículos – “La Copla y los toros”, “Toros en El Puerto”, “La Música en la Plaza Real de El Puerto de Santa María”–, y el cuidadísimo estudio sobre Julián Casas “El Salamanquino”. Anécdotas y curiosidades de la vida del torero bejarano, libro que refiere, al detalle, la amistad del bejarano con gente de la talla de Juan León, Curro Cúchares, Chiclanero, Francisco Montes “Paquiro”, Desperdicios, el cordobés Antonio Luque y González “El Camará” –de quien fue gran valedor–, y Cayetano Sanz; amén de la vida y milagros de un torero que, como Ignacio Sánchez Mejía, tenía fama de hombre culto. Leyéndolo bien se entiende que la fiesta de los toros, tan denostada hoy, despertara la pasión de Manuel Machado, de los intelectuales del 27, de José Bergamín,…
– (…) dentro de las diversas variaciones del pasodoble – regional,marcha, de concierto, canción – es el pasodoble torero el que debe reunir todas las características para su perfecta conjunción con el arte de torear (parar, templar y mandar); y así lo definía magníficamente D. Jacinto Benavente: “Nótese como un pasodoble brillante es mas evocador de majezas taurinas, que pueda serlo una página literaria, un cuadro o una escultura”. (“Toros en El Puerto”)

PREGUNTA
.- La copla es reflejo de un tipo de sociedad; pero ¿no pudiera ser que la copla como revitalización del folclore y reflexión de una nueva realidad se haya quedado obsoleta?

RESPUESTA
.- La Copla –“no es canción, se llama copla”, decía Carlos Cano- , ha sido desde sus inicios un fiel reflejo de la sociedad y de la época correspondiente a través de la música y la poesía, unión muy bien representada en los años previos y posteriores a la Guerra Civil. El espíritu de la letra queda muy bien definido en el consejo que le daba D. Antonio Machado y Álvarez, “Demófilo”, a Luis Montoto: “Estudia al pueblo, que sin gramática y sin retórica, habla mejor que tú, porque expresa por entero su pensamiento, sin adulteraciones ni trampantojos; y canta mejor que tú, porque dice lo que siente”.
A pesar de que los tiempos y la sociedad evolucionan continuamente, y a pesar de los altibajos que ha sufrido la copla –quizás debido a la falta de letristas y de músicos apropiados–, últimamente se le está dando un merecido reconocimiento. A mi entender, esta nueva copla se inició con el inolvidable Carlos Cano y continúa con intérpretes como Pasión Vega y Miguel Poveda, entre otros.

P
.- Turina y Falla ven en el cante andaluz la síntesis de varias corrientes musicales…
R
.- En Junio de 1922 tuvo lugar, en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra, el I Concurso del Cante Jondo, que supuso la revitalización de este cante y darle el reconocimiento que se le debía.
Lideró este acontecimiento D. Manuel de Falla, y estuvieron en su organización La Niña de los Peines, Andrés Segovia, Ignacio Zuloaga y Federico García Lorca, entre otros.
El cante jondo, según expertos como Falla, pudo tener sus orígenes en la conjunción de los cantos litúrgicos bizantinos, en los cantos del pueblo árabe, en los primitivos cantos sagrados cristianos, y en la música de los
moros de Granada. Posiblemente, y desde el punto de vista musical, sea éste el único canto europeo que se conserve en toda su pureza.
Junto a Manuel de Falla – figura importante de nuestra música sinfónica, e iniciador de lo que podríamos llamar el folclore andaluz –, también tuvo un papel relevante Joaquín Turina.
Por cierto, un 20 de mayo de 1927 el maestro Turina actuó en Pueblonuevo del Terrible, junto a la célebre cantante Blanca Asorey.

P
.- El arte es un espejo en el que una sociedad contempla sus logros y sus déficits. En un pueblo nuevo no hay un verdadero arte que hable de quiénes somos, de lo que fuimos, y de lo que podríamos ser. ¿El que representan la grúa desvencijada de un muelle, o la arquitectura industrial, pudiera ser una reflexión sobre el paso del tiempo y la ruina?
R
.- Yo creo que en un pueblo nuevo como el nuestro, donde como es natural no tenemos historia más allá de la segunda mitad del siglo XIX, las señas de identidad artísticas son las arquitectónicas, a saber: la arquitectura industrial de grandes magnitudes y la arquitectura urbana, con las edificaciones de estilo residencial francés.
Aún siendo importante el pasado reciente no debemos quedarnos con lo que ahora llaman arqueología industrial; deberíamos mirar al futuro con imaginación y aplicar, sumando, la iniciativa personal, algo en lo que siempre fuimos deficitarios, quizás por haber sido dependientes de una gran empresa que nos solucionó nuestro “modus vivendi” durante tiempo.

P.
- En sus estudios sobre la religiosidad popular en la provincia de Córdoba el profesor Agudo Torrico habla de “formas religiosas de la ideología”, del simbolismo mariano como catalizador de una ideología colectiva, de la romería como forma de socialización…
R
.- En nuestro pueblo no tenemos tradiciones de Romerías; no obstante sí teníamos un hecho social laico de similares características: “Las Pascuas del Rio”, reunión que surgió en un cruce de caminos que era entonces importante, y adonde todas las familias acudían andando, el Domingo de Resurrección y los dos días siguientes, como si se tratase de una Romería. Para los niños de mi barrio era una auténtica fiesta.

P.
- “Los sentimientos son pensamientos en conmoción”, decía Unamuno. ¿Se piensa el toreo, o es sólo cuestión de testosterona?
R
.- Por supuesto que “la faena” en el toreo se piensa; y si luego en la plaza se logra representar lo pensado se llega a la realización efímera de una bella obra plástica, en la que tiene mucha importancia la música; aunque en plazas como Madrid no se produce esta conjunción desde hace un tiempo. En otras, como la Maestranza de Sevilla o la Plaza Real de El Puerto de Santa María, la música es una parte muy importante de la fiesta.
Decía el poeta Gerardo Diego, que “El pasodoble torero/ tiene hechuras de romance/ Avanza lleno de gloria/ Rasgando telas de aire/ ¡Cómo suena el pasodoble/ por las fronteras del cante!”

P.
- ¡Viva el pasodoble! ¡Viva nuestra tierra!, que diría la Jurado. ¿Qué hay del que habéis hecho, el maestro Abel y tú, en homenaje a nuestro pueblo?
R
.- Si, tenemos la inmensa satisfacción de que el maestro
Abel Moreno
– gran compositor, apodado en el sur de Francia el “Rey del Pasodoble” – ha compuesto un bonito pasodoble con el título de
“Peñarroya Pueblonuevo”
. Mi aportación en todo caso es testimonial, pues lo importante es su obra, que está totalmente terminada en espera del momento para su estreno, que está previsto en nuestra ciudad, y dándole la importancia que merece.
Recordaremos que el maestro Abel ya estuvo dos veces en nuestro pueblo: la primera en un inolvidable Concierto de Marchas Procesionales, en el año 2012; y la más reciente en Junio de 2014, en un Concierto de Pasodobles; la próxima será para el estreno del pasodoble.
P
.- ¿Responden las asociaciones y el Ayuntamiento a su intención filantrópica, o hay que estar insistiendo en la puerta para poder entrar?
R
.- Sinceramente, creo que no tanto como sería nuestro deseo. Esperemos que sea por la lentitud burocrática que caracteriza a las administraciones; pero los movimientos y asociaciones culturales deberán actuar como catalizadores para dinamizar la vida cultural; y así me consta que lo están haciendo.

P
.- Háblame de tu relación con D. Florencio Pintado, y de otras personalidades que aún conservas en el recuerdo.
R
.- Además de ser el profesor de matemáticas de casi todos los muchachos de mi edad, D. Florencio fue mi director en los años que estuve como maestro de taller en la Escuela de Maestría. Guardo un gratísimo recuerdo de él, como maestro y como persona, y me parece un honroso detalle y un verdadero lujo que el Instituto de nuestro pueblo lleve su nombre.
También me son muy gratos los recuerdos de personajes populares de nuestra infancia: Raimundo, el jardinero del Llano, hombre alto, grande, con su chaquetilla, pantalón gris claro, reloj de bolsillo en el chaleco y su cigarro en la boca; Eugenio, el "jefe de La Maquinilla" que te informaba de las horas de salida para Belmez; El Mudo de las carteleras del cine Andalucía y del Teatro Zorrilla, que siempre te decía que la película era muy buena llevándose los dedos a la boca; Gabino, con sus chapuzas, y empujando el Paso del Nazareno los días de Semana Santa; Perales, el sacristán eterno de funerales y de repiques de campanas, y auxiliar del célebre "cura Castillejos". En definitiva, personajes entrañables de nuestra infancia y de nuestra primera juventud.

Imagino a mi paisano con las manos manchadas por la humedad de los libros, revisando entre estantes y anaqueles libros de viejo y apolilladas revistas, en busca de una pasión que se le resiste. Probablemente hará frío en sus Madriles, pero yo me lo figuro en mangas de camisa, con ese calor que viene del Sur, sintiéndose intérprete de la “música callada del toreo”, de que hablaba Bergamín. Probablemente musite, entre dientes, aquellas alegres canciones que le asaltan el corazón cuando entra por el Llano:

Por la Sierra del Hoyo vienen bajando
Unos ojillos negros de contrabando.
Qué bonita eres, qué guapa que estás
Qué bien te diviertes cuando al baile vas (…)
Cuatro novios me han "salío" / ninguno es de la Estación/
Maquinista, fogonero, /guarda agujas y conductor (…)


 
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