En primer lugar agradecerle, alcaldesa, la deferencia por haberse hecho eco del artículo aparecido en Infoguadiato.com titulado “Isabel Cabezas, una alcaldesa ofendida” publicado el 19 de septiembre en este medio digital. No suele atendernos demasiado pero esta vez sí lo ha hecho, de una manera espontánea. Si en lugar de replicar a las críticas, mostrara la misma inmediatez en abordar los problemas estructurales de su municipio puede que sus paisanos le dedicarán menos atención verbal y le profesaran más devoción. Reitero las gracias.
La réplica de la Sra. Cabezas apareció publicada en Guadiato Información el 28 del pasado mes de septiembre aunque, a decir verdad, la elaboración de la nota adolece del mínimo rigor periodístico puesto que lo que se anuncia en el titular como nota de prensa acaba deviniendo en una narración en primera persona de la alcaldesa que no puede dejar de lado precisamente esa primera persona que acaba poseyendo a un excesivo número de políticos que permanecen en política más tiempo del recomendable para la higiene regeneracionista. Por lo que exhibe la...continuémosle llamando nota de prensa, la alcaldesa de Fuenteobejuna sigue sin tomarse a bien cualquier crítica sobre su persona, su gestión, sus actuaciones y las protestas hacia ella como rectora máxima de su municipio.
Además, Sra. Cabezas, haya redactado usted la nota o lo haya hecho alguno de sus asistentes, ya sea concejal o no, debo informarle que no somos Guadiato Información, recomendarle que la próxima vez se documente, o le informen con mayor propiedad, que no queda elegante lo de pronunciar el nombre de otro cuando se está dirigiendo a uno.
Introducido ese tirón de orejas hacia el estilo y la desinformación, quisiera reiterarle que parece usted ajena a la realidad de los medios de comunicación de este y de cualquier país occidental con unos niveles de democracia razonables. Para no salirnos de España, y sin que la expresión tenga doble filo, le invito a darse un paseo por los comentarios de cualquier periódico nacional o provincial y puede tomar como referencia, por ejemplo, a los dos grandes: El País y El Mundo. Desde el anonimato, usuarios registrados la mayoría de las veces con alias, vierten comentarios que en un elevado número llevan no sólo una carga crítica hacia los personajes que protagonizan las noticias sino descalificaciones, bien personales bien hacia los comportamientos, gestión o sinrazón de los mismos. Debería haberse enterado, o deberían al menos habérselo comunicado sus asesores, o sus concejales, de que la ciudadanía está muy cansada de ustedes, en general, de los políticos profesionales y que ha estallado y con razón y que salvo excepciones, entre las que desconozco si se encuentra usted, no les profesan el más mínimo aprecio, en ocasiones injustamente.
En la mayoría de los casos, esos comentarios con un escaso índice de amabilidad en su contenido suelen recaer sobre políticos que ocupan una esfera mucho más elevada que la suya, Sra. Cabezas. Pues bien, a día de hoy y que se sepa, ninguno de los directores de los citados periódicos ni de que cualquier otro ha recibido en su domicilio particular o en la de la sede del medio que dirigen la visita de la Guardia Civil o de cualquier otro Cuerpo de Seguridad para recabar información sobre las identidades o las direcciones IP de los opinadores clandestinos.
Dice muy poco de su nivel de tolerancia (y de su nivel de conocimiento de los medios y de la realidad) con quienes opinan distinto y lo opinan de una manera vehemente, incluso áspera, no voy a negarlo, el hecho de que cursara una denuncia a la Guardia Civil porque alguien osó esconderse tras una máscara legalmente autorizada para mostrar su desaprobación con su gestión o con su persona.
Recurriendo a la demagogia, Sra. Cabezas, un recurso que suele emplear con poca destreza y a su vez con una asiduidad excesiva y contraproducente, y que se pone de manifiesto en esa nota de prensa tan sui generis que ha ordenado publicar, significar que si el municipio que gobierna registra una tasa de más de un 40 por ciento de desocupación, lo que me resulta extraño es que sus vecinos no arremetan verbalmente contra usted con una mayor frecuencia. Y hasta qué punto temerán hacerlo a DNI descubierto si usted, presa de un autoritarismo patológico, ya los ha querido descubrir y perseguir a DNI tapado.
Me permito reproducir de nuevo, sin un sólo matiz porque responden con exactitud al funcionamiento interno de la sección de comentarios de Infoguadiato.com, los dos párrafos que aludían y explicaban su regulación, le recuerdo que amparada por la normativa imperante a propósito de los medios de comunicación en España y que fueron publicados en el texto del 19 de septiembre,
La moderación de los comentarios corresponde en exclusiva al administrador web de la publicación, quien somete a juicio del equipo de redacción el contenido de algunos, sin que medie otra censura que el borrado de aquéllos que contengan insultos personales o un lenguaje soez.
Desde Infoguadiato.com se quiere poner de manifiesto públicamente que en ningún caso la redacción vierte comentario alguno ni tampoco los fomenta, manteniéndose, desde una pasividad vigilante, al margen de lo libremente expresado por los lectores.
Añadir, con una mezcla de estupor y honradez periodística, que en aquellas ocasiones en las que los lectores han vertido comentarios injuriosos hacia mí y hacia mi familia, los he mantenido aunque no fueran de mi agrado, precisamente para reforzar esa libertad de expresión aunque usted no me tenga como ejemplo de nada. Parafraseándola, informarle que le pese lo que le pese a usted voy, vamos a seguir manteniendo las secciones de comentarios como hasta ahora, vigilando pero permitiendo, por muchas denuncias que curse para evitarlos.
Tengo la seguridad de que si no da pie con su modo de ejercer el cargo, los usuarios cesarán en el vertido de comentarios cargados de indignación hacia su persona.
Confío en que igualmente, si me replica, que no dudo que lo hará, procure cuidar no sólo el estilo de la nota, sino que unifique los distintos narradores para no crear confusión en los lectores. Si le resulta muy complicado le puedo pasar el contacto de mi “negro” de cabecera.
Termino, termino, pero no sin antes insistirle en que la próxima vez que tenga tentación de presentar otra denuncia en la misma línea hacia mi persona o hacia el medio, se pase por alguna noticia de El País o de El Mundo protagonizada por alguna decisión/acción/declaración de Rajoy, Wert, Pablo Iglesias, Felipe González, Urdangarín, Artur Mas, o José María Aznar, por no cansar con la enumeración, lea los comentarios, los cientos, los miles que generan algunas noticias relacionadas con estos personajes y se haga saber a sí misma que no es usted ni tan única ni debiera ser tan inflamable. Y que la libertad de expresión se basa en eso, en la libertad y en la expresión. Así de simple. Desde un anonimato que favorece que los ciudadanos puedan expresarse con rotundidad sin exponerse a que personas de parecido talante al suyo los condenen a remar a galeras.
Respetuosamente, con las puertas abiertas del medio para cuando lo tenga a bien.

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