1 de septiembre de 2014 | Francisco Javier Cabezas
Amigos en la distancia
ESTOS SIETE DÍAS NOS VALIERON DE MÁS PARA CONOCER LA MISIÓN DE LUIS Y SU FAMILIA EN NORUEGA, SU NUEVA VIDA Y SU ÁMBITO LABORAL Y SOCIAL
Amigos en la distancia
Son muchos y grandes los lazos que me unen a mi entrañable amigo Luis Gómez desde la adolescencia, cuando formábamos parte de la misma pandilla que en periodos vacacionales podía sumar más de una veintena de miembros.
Han sido muchos los buenos y no tan buenos momentos que hemos vivido juntos, muchas las tardes de sacristía y muchas las noches de copas.
Hace ahora exactamente 6 años, mis amigos Luis y Mati junto a sus entonces hijos Ana y Luisito a los que después se incorporaría la pequeña Teresa, pusieron su primer pie en Noruega.
Seguro que no fue nada fácil para ellos e incomprensible para muchos y estoy convencido de que ha sido una de las decisiones más difíciles que han tomado en sus vidas, dejando atrás unas familias, unos trabajos y una tierra, pero como bien decía César Reynosa "se dejaron llevar por las manos de Dios y nunca perdieron el rumbo de sus vidas".
La bella ciudad noruega de Kristiansund, situada en la zona de los fiordos, necesitaba a una familia como esta para reavivar una iglesia católica, muy minoritaria en Noruega, un país quizás con pocas necesidades materiales pero sí espirituales. De hecho, desde que estos queridos amigos llegaron hasta día de hoy han sembrado y recogido sus frutos: celebraciones de bastantes más eucaristías y más afluencia de fieles a las mismas. Este año concretamente han tomado la Primera Comunión siete niños y se ha realizado por primera vez la procesión del Corpus Christi.
La labor de Luis y Mati ha salvado la rotura de matrimonios y el acercamiento de los mismos a la Iglesia dando más sentido a sus vidas.
El pasado mes de agosto, tuve la dicha junto a mi hermano Miguel Ángel de conocer este país nórdico y pasar allí una semana con nuestro amigo en común Luis.
Estos siete días nos valieron de más para conocer la misión de Luis y su familia en Noruega, su nueva vida y su ámbito laboral y social.
Con un noruego casi nativo, Luis ha sido durante estos días a parte de nuestro amigo nuestro guía por el país de los fiordos y de los trolls. Hemos descubierto junto a él recónditos rincones del país escandinavo como el museo etnográfico de Averoy y sus casas típicas noruegas de los distintos gremios: pescadores, carpinteros, etc, auténticas viviendas de los pasados siglos XVII y XVIII, trasladadas a este emplazamiento tras la Segunda Guerra Mundial, formando parte hoy de este encantador y desconocido museo. También visitamos la Iglesia de Pies Derechos, construida completamente en madera en el siglo XIII, con sus bellas pinturas en las paredes y sus interesantes retablos. Justo al lado se construyó otra iglesia en el siglo XIX debido al delicado estado en que se encuentra la antigua.
Bud, un coqueto pueblo y su campamento nazi de la Segunda Guerra Mundial fue otra de las sorpresas que nos encontramos durante aquel primer día de turismo a la aventura por el país.
La Carretera del Atlántico, considerada una de las 14 más impresionantes de todo el mundo y la Carrera del Troll, el desfiladero con la carretera con las curvas más cerradas y abundantes que jamás haya visto y que sea difícil que pueda volver a ver, situada en un hermosísimo valle, fueron otras de las obras más increíbles hechas por el hombre en Noruega que hemos tenido la suerte de conocer.
La bella ciudad de Kristiansund y sus interesantes museos del petróleo y del bacalao, la Isla de Grip, encantadora aldea rodeada completamente por el mar, así como el famosísimo fiordo de Geiranger, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lugar donde pudimos disfrutar de esta maravilla natural en lancha, acercándonos hasta sus famosas cascadas hasta casi salpicarnos sus gélidas aguas, la más espectacular de ellas la llamada "la cascada de las Siete Hermanas" y Trondheim, tercera ciudad más poblada del país donde visitamos su hermosa catedral gótica, hoy convertida al culto luterano, lugar donde se han coronado los reyes noruegos a lo largo de la historia, así como el Patio de Armas donde se encuentran los museos de: "Las Joyas de la Corona", "Del Ejército" y el Palacio Episcopal fueron otras de las visitas más interesantes del viaje.
Gozamos de la generosidad de Michel y Romina y sus hijos, familia chilena que nos invitó a comer a casa tras la Misa Dominical en noruego celebrada por un sacerdote de nacionalidad rumana de cuya homilía indudablemente no comprendí absolutamente nada.
Tuvimos la ocasión de conocer la noche de Noruega, concretamente un sábado en la ciudad de Kristiansund, volviendo a casa cerca de las tres de la madrugada, cuando ya se anunciaba el amanecer de un nuevo día.
Días inolvidables que pasarán a la historia de nuestras vidas, disfrutando de la compañía de nuestro querido amigo Luis quien nos ha mostrado como nadie las maravillas de este país de Escandinavia.
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