19 de mayo de 2014 | Julián María Guzmán

¿Por qué odio al Real Madrid?

UN ARTÍCULO SOBRE ELECCIONES EUROPEAS Y CERVECITAS FRESQUITAS EN LA TERRACITA DEL BAR

Hola querido lector, no te sulfures al leer el título del artículo, porque tienes que saber primero que también odio al FC. Barcelona. Aunque siendo sincero no odio ni a uno ni otro y en realidad, me importa más bien poco lo que hagan o dejen de hacer estos dos equipos. Y es que en este artículo no quiero hablar de fútbol. Pero no te vayas, ¿eh?, que el tema promete ser interesante y necesario de debatir. Me explico, y es que estando sin trabajo y viendo que las expectativas laborales y sociales de este país son cada vez menores por mucho que los medios de comunicación nos engañen una y otra vez con sus increíbles cantos de sirena, el fútbol no es uno de mis intereses principales en este momento. Como tampoco lo es o no debería de serlo para muchos millones de españoles.

Me resulta increíble, eso sí, la cantidad de horas de televisión, con espacios propios cada vez más amplios en los telediarios, que se dedican al santísimo deporte del fútbol. Bueno, me dirán que esos espacios están dedicados a las noticias deportivas, pero seamos honestos, en estos espacios sólo se habla hasta el agotamiento de un par de clubes multimillonarios cuyos presidentes y jugadores no dejan de cruzarse insultos y soltar lindeces propias de patio de colegio. En realidad, del deporte de verdad, ese que se puede ver en cualquier descampado de barrio, se acaba hablando poquito, la verdad.

Y lo mismo ocurre con la prensa deportiva o con las páginas webs que pululan por internet. Y es que en España, el genial invento de los romanos de “pan y circo” después de dos mil años sigue funcionando, ¡y de qué manera! Y si además, me aderezas el circo con un poco de política barriobajera, en plan, los del barsa son unos rompespañas y los del Madrid unos fachas, ¡tachán!, ya tienes a todo un país entretenido. Porque mira que nos gusta en España eso de enfrentarnos los unos a otros ¿eh?. O al menos eso parecía, que estábamos entretenidos. Pero el problema es que los que se encargan de tenernos contentos y aborregados a base de circo se han malacostumbrado a pellizcarnos el pan hasta dejarnos sin él. ¡Vaya!, algo tan sencillo como eso y al final tampoco hemos sabido hacerlo bien. Como diría Forges, ¡qué país!

Y qué quieren que les diga, porque faltando el pan, no sé ustedes pero yo no voy a perder el tiempo viendo partidos de fútbol. Ahora mismo en este país hay problemas más apremiantes que discutir quién ganará la Champions. Y esos problemas no van a resolverse solos.

¿Cómo podemos resolverlos nosotros? Yo, por supuesto, no tengo la solución, aunque sí sé que por ejemplo este mes, tenemos una oportunidad de cambiar las cosas, o al menos de empezar a cambiar la actitud hacia esos problemas acuciantes. Es necesario que la gente se conciencie, priorice sus inquietudes, sé de cuenta de la manipulación mediática que está sufriendo y empiece a enfrentarse a esto. Ese primer paso pueden ser la participación en las elecciones europeas. ¿Qué no sabes lo que son? Ah, pues mira, son unas elecciones que se van a celebrar por toda Europa justito un día después de que sea la final la Champions. ¿Un día después? ¡Vaya coincidencia! No me extraña que no supieses casi nada de estas elecciones dado el gran interés que han puesto los medios de comunicación en que no nos enteremos de nada. Los mismos que nos bombardean con noticias sobre el nuevo corte de pelo de Ronaldo o los problemas estomacales de Messi son los mismos que están procurando que no sepas que el 25 de mayo se vota por la nueva composición del Parlamento Europeo. ¿Por qué será? Algo que en principio nos puede parecer muy lejano como ese Parlamento, es uno de los estamentos gubernamentales que luego dan collejillas a nuestro gobierno para que siga recortando en inversión social (¿inversión social? sí, ya sabes, colegios, hospitales, condiciones laborales adecuadas y todas esas moderneces que se han inventado los vagos y los rojos revolucionarios) y siga pagando obedientemente “la mordida” a nuestros queridos e imprescindibles bancos.

¿No les resulta extraño el nulo interés que están mostrando este año las televisiones, auspiciadas por los de siempre (PP y PSOE) para animarnos a ir a votar? ¿Han visto ustedes, por ejemplo, este año anuncios sobre cómo votar por correo? Una información que es más que útil para tantos españoles que desgraciadamente ya viven fuera de nuestro país. ¿Han visto alguna noticia referente a programas alternativos o a los candidatos de los partidos que se presentan este año? Al margen, claro está, de repetirnos una y otra vez el estéril y populista cruce de insultos y mezquindades entre Cañete y Valenciano, no es que se haya hablado mucho por ahora ¿verdad? ¿Ha sacado usted algo en claro de ese cruce de insultos? Sí es que realmente dan ganas de no ir a votar, al menos a estos dos, claro que no. Pero ¿Recuerda usted cuándo antes en época electoral a unos y otros se les llenaba la boca con la expresión “fiesta de la democracia” o expresión del pueblo”? ¡Joder qué tiempos aquellos!, ¡qué bonito era todo!, cómo molaba eso de ser europeo y qué bonita era Europa, si es que hasta los franceses nos parecían entonces buenas personas. ¿Por qué ahora hay de repente este sospechoso silencio y esta falta de aliento para que el pueblo europeo participe de esta nueva “fiesta de la democracia”? Es para meditar un poco, ¿verdad? Y es que de repente se han dado cuenta de que empezamos a atar cabos, a saber quiénes son los culpables de que no haya pan (y sí mucho chorizo). ¡Coño!, que nos han quitado el pan y en vez de resignarnos e ir a las iglesias a pedir un mendrugo, nos ha dado por pensar. ¡Si es que el pueblo es muy difícil de meter en verea, ¡será joio!. Y ellos, los que nos gobierna acomodados y aparentemente intocables, se han dado cuenta de que la gente empieza a razonar, a señalar culpables, a pedir explicaciones y a poder usar el voto de manera muy útil. Tienen miedo de que se imponga la verdad. La respuesta de ellos, al no tener la razón, siempre es y será la misma y de una frecuencia repetida: nos han dicho que ellos no tienen la culpa, bueno, la culpa es de otros, bueno quizás si sean un poco culpables pero tranquilos que son los únicos que pueden arreglarlo, ¿emmm?, después nos han intentado callar, nos han intentado criminalizar, nos han intentado asustar, nos han intentado engañar y ahora, simplemente intentan alejarnos de nuestra principales armas: la voz para gritarles que se vayan y el voto para echarles.

Ahora se nos acabó el pan y al preguntarnos dónde está, despertamos del sueño y nos damos cuenta poco a poco de que esa Europa que nos vendían es una gran mentira. Es simplemente un gran negocio, del que ellos cogen siempre la mejor parte. La mayoría de nosotros, ciudadanos dignos, no queremos entrar en esa merienda de negros que es el capitalismo actual, pero ¿cómo podemos empezar a recuperar nuestro pan?

Personalmente creo un primer paso es votando en estas elecciones, pero por supuesto no por uno de los dos partidos que sostienen y se sustentan gracias a esta estafa, sino a los nuevos partidos, que pueden parecer perdidos, que pueden parecer carentes de poder, que pueden parecer divididos, pero que sin embargo están plagados de gente consecuente, gente con ganas, gente que quizás no tenga todas las respuestas pero gente que vuelve a tener ilusión, gente con voluntad de trabajo, gente que ha sido capaz de salir el aturdimiento general y que nos piden que les demos la mano para ver si entre todos esta vez tomamos el camino acertado. No sé si se logrará, no sé si estas nuevas formaciones políticas sabrán hacer lo correcto, pero hay que tener cierta esperanza, y eso sí, si se logra retomar el camino bueno, con estas nuevas ideas que nos traen, habrá que estar pendientes esta vez de no salirnos ya de camino correcto, del camino definitivo, porque los buitres, los mediocres, aquellos que se enriquecen cuando la gente va por el mal camino, siempre van a intentar echarnos de él.

Hay que votar, amigo, en estas elecciones, y hay que hacerlo esta vez por uno de los partidos “pequeños”, para que los “grandes”, esos que con su incontinente ansia de poder nos tapan la gran verdad, no nos la sigan tapando. Hay que votar por las nuevas opciones y echar a los dinosaurios de sus posiciones de poder y abuso. Después, cuando estén fuera, habrá que pelear porque los que llegan nuevos lo hagan bien, (al menos peor que los que están no creo que lo hagan). Porque hay que recordar que la democracia no es algo sencillo, es algo muy frágil que puede adulterarse con facilidad. Hay que estar vigilante para que no caiga como ha caído, en las manos equivocadas. Será un camino duro este del cambio, del de recuperar y sanear la democracia, será agotador volver a pelear por lo que nos corresponde y porque nos gobiernen los mejores no los más corruptos. Pero paso a paso, sin necesidad de virulentas revoluciones, nada de creerse tonterías como que llegan los soviéticos o los cubanos a quemarnos iglesias, o de que Europa será una nueva Venezuela. Detrás de estos partidos pequeños, de los foros y organismos sociales que los suelen sustentar, no hay terroristas ni revolucionarios, ni ocupas, ni vagos maleantes, detrás de estos partidos, suele haber gente comprometida, gente sencilla, gente como tú y como yo preocupada por problemas razonables, gente que son profesionales del día a día. Sí, creo que todavía es posible cambiar este país, y creo que será la gente que hay detrás de estos partidos ahora minoritarios las únicas que pueden hacer posible este cambio.

VOTA EN LAS ELECIONES EUROPEAS. PERO NO VOTES POR EL PP O EL PSOE.

Que se den cuentan cuenta de que ya no nos engañan, de que somos muchos los que vemos más allá de sus mentiras, de que tenemos armas para echarlos, siempre las hemos tenido, pero esta vez sí sabemos usarlas y vamos a usarlas. ¡VOTA!

Posdata: Ahora que ya se acaba la liga y antes de que llegue la final de la Champions, echa algunas horillas en leer los programas de los partidos que se presentan, (aunque para eso tendrás que quitar la tele y apartar los periódicos que sueles leer). Eso sí, lee con un poco de cuidado, porque también te vas a encontrar partidos de todo tipo, algunos radicales y algún que otro payasete con ganas de cachondeo. Pero vaya, estoy seguro que entre tanta voz indignada, acabarás encontrando la que es eco de la tuya. Dedícales un poco de atención, verás cómo descubres cosas interesantes, verás como te descubres a ti mismo.

Ah, y ojalá el día 24 de mayo en Lisboa gane el mejor, y mira, que sea el Atlético de Madrid, aunque sólo sea para demostrar que la victoria no es siempre patrimonio de unos pocos. Pero espero sobretodo que el 25 de mayo, en Europa, gane por fin el pueblo.
 
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Comentarios

Hay que votar
19-05-2014 15:11:08
Al menos alzas la voz y eso ya es mucho, porque aún hay quien está bostezando y tardará en despertar...
 
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