Lo único que puede creerse de esta OPINIÓN, subjetiva e imparcial, es que la VERDAD debe prevalecer ante todo. Y digo “puede creerse” porque, tras leer el pensamiento del autor, dudo que éste le lleve a tal conclusión, más bien que escriba esa frase como un recurso que haga verosímil su comentario.
El resto de palabras forman un conjunto de barbaridades y mentiras oficiosas. SÍ, estamos viviendo una época en la que la desvergüenza y el cinismo no tienen límites: monarquía, gobiernos, jueces, políticos, banqueros, sindicatos, periodistas partidistas, jefes, jefecillos, lameculos, ladrones, asesinos…; todos, han sustituido la moral, la dignidad y la honestidad por el hedonismo, hundiendo al resto de los mortales en un abismo; dejándoles confundidos y abatidos ante tanta marrullería, trampas legales, atropellos y ultrajes.
Esos mortales son tan débiles que se venden al mejor postor, quien se ha asentado firmemente en el tiempo y en las oportunidades ganadas en su posición, de las cuales no quiere ni pretende desprenderse. A sus posiciones se aferran como lapas y es tarea ardua echarles.
¿Qué entiende usted por “extrema derecha”? ¿Tal vez todo aquello que no coincida con su pensamiento? Creo que sí.
Dice que es un “atentado gravísimo a la libertad individual” la ley del aborto, la que DEFIENDE LA VIDA DE UNA CRIATURA INDEFENSA. Pero NO manifiesta su horror por las excarcelaciones de etarras, violadores y asesinos. Ni tampoco que gran parte de la izquierda de este país quede callada ante la monstruosidad que se vive en Venezuela, Corea del Norte, China, Cuba… Porque, claro, estos países son tan democráticos y tolerantes; sus gentes disfrutan de tanta libertad y bienestar… ESO SÍ ES ATENTAR CONTRA LAS PERSONAS, día tras día.
Es una tristeza que tengamos que oír mentiras en una institución (Congreso) que se creó para legislar en pluralidad, consenso, por el bien de nuestra nación. Si han fallado aquí como institución democrática, ¿qué podemos esperar de ellos como seres individuales? Yo, nada.
¿Y qué me dice de esos jueces politizados hasta el tuétano? Repugnante.
Sr. Millás: ¿acogería usted a cientos de inmigrantes que saltasen al patio de su casa? Si es así, ponga un anuncio en la frontera de Melilla o Ceuta y así, los pobres que se juegan la vida arrojándose al mar o saltando las vallas, sólo tendrán que enseñar su anuncio de disponibilidad para acogerles y seguro que les abren las puertas.
Difamar así de uno de los Cuerpos de Seguridad del Estado, como es la Guardia Civil, es cuanto menos denigrante y demagogo; máxime cuando el efecto llamada fue obra de Caldera, un ex ministro socialista que abrió las puertas para dar papeles para todos. Así se aseguraban los votos que necesitarían en las siguientes elecciones para alcanzar la mayoría.
El problema de la banca no ha sido creado sólo por sus dueños, presidentes o gerentes. En la mayoría de sus consejos se incluían representantes de sindicatos y partidos políticos. Muchos de los cuales eran de ésos que se declaran comunistas, pero que viven como reyes, a todo dar que dirían en Venezuela.
Hablando de reyes, no soy de reinados, pero ya se sabe que en toda familia hay ovejas negras. En unas más que en otras. Aquí se juntaron el hambre con las ganas de comer.
De hospitales no me hable, que de cada 30 días de un mes, me paso en ellos un mínimo de 10. No he visto gente en los pasillos ni morirse en ellos; todo lo más, algún que otro que ha entrado en estado grave y no logró llegar a planta, se quedó en urgencias/críticos. Lo que sí he visto es cómo vas a un hospital (público, de los que presume la Junta de Andalucía), HARE, para más señas; te tienen 3 horas haciendo pruebas (analíticas, placas,…) y luego te derivan a otro hospital (público también de la Junta) que es normal, y allí los médicos NO podían ver las pruebas realizadas en el anterior porque el PROGRAMA INFORMÁTICO es DIFERENTE en cada uno de ellos. CONCLUSIÓN: vuelta a empezar con las pruebas. Los médicos cabreados, pero AGUANTANDO. Estos hospitales distan aproximadamente 40 kms. ¡FUERTE! ¿Verdad?
Sí, es cierto que nos sentimos mal con cuanto se cuece a nuestro alrededor. Debiéramos echar una ojeada a nuestro interior, decaparnos todo cuanto se nos ha adherido en tantos años como hemos mantenido los ojos cerrados y empezar a buscar soluciones que nos salven a todos de este caos e incertidumbre en que han convertido nuestras vidas una clase de gente que no merece llamarlas PERSONAS. Dejemos de bailarles el agua, que si están ahí y hacen todas esas tropelías es porque nosotros se lo consentimos.

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