10 de febrero de 2014 | Joaquín Rayego Gutiérrez

El Casino del Terrible

"CUANDO UNA SOCIEDAD HA CREADO UNA COSA REALMENTE DIGNA, UNA SINGULARIDAD, NOS TOCA A TODOS DEFENDERLA CON UÑAS Y DIENTES, COMO UN BIEN PATRIMONIAL"

El Casino del Terrible
El Casino del Terrible
En el día de ayer me llegó el rumor de que iban a derribar el casino del Terrible. La noticia me sentó como un golpe en la boca del estómago y, para recuperar aire, no se me ocurrió nada mejor que “bichear” por internet. Allí encontré el magnífico artículo de Rubén Cañamaque ─ “Un pueblo sin memoria”, de 27 de octubre de 2011─ cuyo contenido suscribo “de pe a pa”.
Para quienes no hayamos disfrutado del uso de tan singular edificio se podría argumentar que la desaparición del casino solo afecta a un grupito de nostálgicos y que, como axioma general, todos estamos llamados a encajar las tropelías causadas por el paso del tiempo.
Pero cuando una sociedad ha creado una cosa realmente digna, una singularidad, nos toca a todos defenderla con uñas y dientes, como un bien patrimonial.
Como decía Chesterton “la sociedad industrial sufre la maldición de la esterilidad y lleva la marca del esclavo”. Y esclavos somos de los grilletes de la moda, del más absurdo vacío que da en hacer un uso descontrolado de la máquina excavadora, y que deja en nosotros la amargura del fracaso y esa sensación de descontento y de inestabilidad.
Con una estrategia comercial como la de Coca- Cola (“benditos bares…”) seguro de que nuestro casino volvería a abrir sus puertas, y que volveríamos a valorarlo en su justa dimensión.
Probablemente uno de esos bellos anuncios encadenados nos daría a conocer que este edificio fue el proyecto mimado de un alcalde republicano, que se habría de convertir en su primer socio fundador y en el artífice de aquellas espléndidas puertas.
Nos vendría a confirmar que D. Fernando Carrión, que era un hombre de su tiempo, sabía muy bien de la importancia de esta institución ─ casino, círculo cultural o ateneo… ─ y de su destacado papel en los movimientos asociativos de la época, destinados a aglutinar a las distintas clases sociales.
Centro de acogida de la intelectualidad, tribuna de debate, círculo de expresión de las ideas más encontradas, lugar para la lectura, espacio filantrópico donde el obrero podía recibir instrucción gratuita ─ se me vienen a la mente personalidades de la talla de D. Antonio Mª García Blanco, que impartían sus conocimientos sin hacer la conversión a pesetas...─, punto de encuentro para la cordial tertulia de café, ámbito de convivencia para la mujer, en una época en que estaba mal visto que ésta acudiera a los bares a tomar un simple café…
Tan singular armazón, capaz de despertar en propios y extraños el sentido de la estética, es más que digna de aclimatarse a los nuevos tiempos, como ha demostrado el empresario D. Rafael López con el viejo edificio de La Papelera. Como bien dice Rubén, podría utilizarse para cubrir necesidades culturales que no tiene cubiertas la población.
En cualquier caso, y más allá de cualquier tipo de fobia, tan personal como estéril, no encuentro la razón de que desaparezca de nuestro pueblo esta seña de identidad.
El españolito de a pie, el que ayuda en el día a día al sostén de la familia, el que lleva con resignación el peso de los hijos, de los abuelos, de Hacienda, del político de turno..., el pagano colaborador de las mil y una oenegés, es merecedor de que no se le escupa a la cara continuamente, con noticias que hablen sólo de ladrones, de abortos o que sugieran que lo mejor que puede hacer un pensionista es morirse, porque le sale muy caro a la sociedad y ya los hospitales no le pueden atender.
Son necesarias gentes como los de “La Maquinilla”, que pongan en pie la ilusión, que hablen de esas bellas historias que tienen como protagonista al hombre y su capacidad de reconstruir el futuro.
Es necesaria gente sensata, hombres de acción, técnicos, intelectuales…, que deje por un momento sus negocios y que acuda a arrimar el hombro y aportar su pequeña contribución al pueblo, a esa generosa madre que nos ha visto a todos nacer.
 
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Comentarios

Para "En tierra extraña"
01-03-2014 09:52:07
Muy bueno el comentario. Contenido y continente.
 
En tierra extraña
25-02-2014 08:35:04
En el reino de Utopía la virtud no es un don gratuito, es el pan de cada día que se gana con buenos ...
 
Africa
17-02-2014 18:22:47
He pasado tardes enteras en ese edificio, lo he recorrido todo entero por dentro. He leído la prensa...
 
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