A los que nos ha gustado siempre el fútbol y todo lo ello rodea, esos recuerdos de esos niños que desde pequeño compartíamos los partidos de la calle y del colegio era punto aparte de nuestra integridad en la amistad, tengo amigos en nuestros pueblos Peñarroya-Pueblonuevo y Belmez, gracias a este deporte, a pesar de mi largo éxodo de la tierra que me vio nacer, pero esto nunca fue un acicate para tener esa oportunidad de recordar aquellos niños-hombres que a edades tempranas tocaban el balón como los verdaderos ángeles, en aquellas liguillas locales con aquella cantidad de equipos que se formaban en cualquier calle de nuestros municipios.
Había que coger esa maquinilla que nos acercaba al pueblo del al lado para jugar ese encuentro deseado, que alegría joder, toda la noche sin dormir pensando en ese partido, ese Pirula, que era un lujo verlo jugar, ese Paria, madre mía como jugaba ese muchacho rubio, mas tarde ese Bruno,
que técnica joder, jugué con él muchos partidos de feria, como le pegaba al balón con una clase tremenda, los partidos de feria con el trofeo en disputa, pero con la ventaja de tener con nosotros en Belmez al inolvidable Bruno q.e.p.d..
En Belmez también los había con un personalidad y una clase fuera de toda dudas, José Peñas, Perico Carmena, Alberto Navarro y otros nos dejaron buenos recuerdos futbolísticos en aquellos años.
Allá por los años 1.982, se forma un pedazo de equipo tremendo jugando una liga entre los pueblos de la comarca y el valle de los pedroches, el equipo se llamó LA ERA, ahí había una cantidad de jugadores enormes, todavía jóvenes para el fútbol, una vez muchos habiendo dejado a sus clubs, y ahí siguieron disfrutando de ese juego entre amigos, hoy quiero traer a un jugador en especial, lo conocí mas a fondo en el servicio militar en Obejo, como siempre esa simpatía de siempre aunar a la gente, ese hombre que cuando trabajaba en ese centro comercial, digo centro, porque ahí supo siempre estar a la altura de un gran dependiente, con una clase extraordinaria, con un saber vender, si saber vender, un profesional admirable, ese trato en el momento de la entrada a la tienda, esa buena siempre disposición a todo lo que le pedía el cliente, siempre con una sonrisa, tuve la gran suerte de que él me atendiera en su trabajo en esa tienda-comercio de ropa, de verdad un profesional como se merecía ese pueblo, bueno pues este gran profesional de su oficio, tenia y debe de tener una pierna izquierda divina, no he visto en toda mi larga vida futbolística jugando por muchos puntos de este pais, y he entrenado y jugado con muchos equipos una pierna izquierda golpeando la pelota con una calidad y una delicadeza imposible de catalogar, en mis vacaciones en Julio, pasando por Belmez y Pueblonuevo ,se lo comenté, él dice que no tanto, es muy humilde, siempre fue un gran compañero y de verdad esa pierna izquierda tocó siempre el cuero con la delicadeza que ese esférico se merecía. Gracias QUIQUE..por lo que nos diste en esos partidos de ese gran equipo LA ERA.