27 de mayo de 2013 | Daniel Solano Sújar
Siempre quiso a su pueblo
Hay personas que pasan por la vida despacito, en silencio pero que dejan una huella imborrable entre todos sus amigos, familia y vecinos, hay personas que al nombrar a su pueblo es brillarle los ojos y a veces enmudecerse, por no poder estar mas tiempo en él, y hay personas que nunca olvidaremos por su carisma, por su talante , por su cariño demostrado a los demás, por su buen hacer y por hacer feliz a los que tienen alrededor, y creo que estas tres facetas de la vida se reunían en una sola persona, en un gran belmezano, que tristemente nos dejó hace unos días en esa ciudad donde quiso vivir y en donde era inmensamente feliz con su seres queridos.
Al leer esta noticia en el grupo de Belmez, del Facebook, quedé impresionado y la verdad los comentarios de muchísimos belmezanos enterados a través de nuestra amiga y sobrina suya Rafi, fueron de lamentaciones desde sus corazones, José Angel Ruiz Domínguez, nos dijo adiós, PEPE, como le conocíamos era un persona entrañable, su voz era muy conocida en todo el pueblo, me acuerdo de pequeño al abrir el día, ya estaba por las calles belmezanas
Vendiendo aquellas tortas que era una delicia para todos, un verdadero manjar.
En aquellos duros tiempos emigró como muchos belmezanos Alemania, ahí departió y vivió muy cerca donde vivían mis padres y hermanos en aquellos años de emigración, una vez regresado se instala en esa ciudad tan bonita como Sevilla, ahí su vida laboral la ejerce como conductor de autobuses, hasta su jubilación, todos los años volvía por su pueblo por su feria a ver esa Procesión de su Virgen de los Remedios, ahí teníamos la oportunidad de tenerlo entre nosotros, tomar unas cervezas juntos y disfrutar de su compañía, hace unos años se enteró de que había hecho unas recopilaciones de nuestro pueblo, me dijo si aún tenía y se la dí, se sintió muy feliz con ellas, amaba a su pueblo con mucha intensidad, y era una persona muy familiar, su cuñado Alfonso, su hermana y sobrinos, la familia Nuñez Puertos, lo adoraban, PEPE se dejaba querer y como he dicho antes, una persona muy entrañable a la que siempre Belmez la recordará.
La vida es así, amigo Navarro, gracias a tu periódico podemos dedicarle unas líneas de cariño a esta buena persona, seguidor de ese equipo sevillano su SEVILLA DE SU ALMA, cuantas historias me contó sobre su equipo a lo largo de tantos años de socio, el estar a su lado era siempre sinónimo de alegría, sólo tenía 72 años y muchas ganas de vivir, Pepe, era un referente de lealtad y amor a su pueblo, era simplemente un buen belmezano D.E.P.
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