El deporte es la mejor arma en las relaciones de las personas, de nuevo ha quedado demostrado que aquél equipo de fútbol que se vistió la camiseta del C.D. Pozoblanco, en los años 1970-71, y que salió campeón marcando 106 goles, y que jugó la fase de ascenso ante la Balompédica Linense, Triana Deportivo, y la Zarza de Huelva, dejó en el seno de los jugadores algo mas que una amistad, y eso de nuevo quedó patente en pasado día 4 de Mayo de 2013, cuando en ese esperado almuerzo de nuevo marcar ese “golazo de la amistad”, y ese se quedó en la misma escuadra, de verdad han pasado cuarenta y dos años y el volver a vernos de nuevo ha suscitado esa gran amistad entre todos.
Todo esto tiene dos personas muy importantes, Manuel García Cano-Sánchez, un hombre muy involucrado en la historia deportiva del Pozoblanco, lleva toda su vida trabajando altruistamente por el club de sus amores, tiene ya una edad avanzada pero tiene un corazón grandísimo y ahora gracias a Dios recuperado, después de esa intervención de la cual ha salido con mas ganas de trabajar por el
Deporte local, gracias Manolo, SABES QUE TE QUEREMOS.
La otra persona es ese gran capitán que siempre luchó por la integración de este grupo, Andrés Quebrajo, conocido en su etapa de jugador como MESTRE, en todo el Valle de los Pedroches y el Valle del Guadiato, una persona diez, como amigo, y como exjugador espléndido, ha trabajado lo suyo para sacar este encuentro adelante y de verdad lo ha sacado con matrícula de honor, ahí estuvimos disfrutando todos juntos en esa comida de amigos.
Mereció la pena viajar para asistir a este como he dicho al principio con el seudónimo, golazo de la amistad, todos juntos, recordando hazañas, echamos de menos a los que no pudieron asistir, por motivos muy personales, los casos de los amigos Torrico y Castillo, pero ahí los abrazos y las ilusiones de nuevo fueron renovadas, el sentarme junto a esas grandes personas y muy buenos futbolistas, Galindo, Sevi, Luque, Paco-Cascorro, Teo,
Antonio Cobos, Juan de Dios, Solano, Benigno, los hermanos Marusas, Pepe, directivos y exjugadores, las mujeres-esposas dignas de mención, portado lo que tuvieron que aguantar en esos años de novios, a estos jugadores en todos esos desplazamientos y que apoyaron a muerte esa ilusión deportiva de sus novios, sinceramente sencillamente admirable, esa comida ha sido una inmensa alegría y quedamos en volver a repetirlas año tras año si Dios quiere.
Creo que estos momentos son irrepetibles y creo que ha sido un bello ejemplo de amistad, el escudo de ese club, el gallo encima del pozo de nuevo en ese local volvió a dejar ese soniquete que todos hemos oído y ya quiero cerrar dándole un pedazo de abrazo a ese técnico nuestro que por su enfermedad no pudo acudir, pero que dejó en todos nosotros ese recuerdo admirables, el exjugador del Pozoblanco y Peñarroya y entrenador BONI, te echamos de menos. Cuídate.

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