La vida deja a las personas en su lugar, y en los momentos complicados y difíciles es donde se puede calibrar la calidad humana y ese cariño que deja en la gente que pudo acompañar y esa otras personas que nos enteraron del óbito de este gran belmezano. RAFAEL no dejó hace sólo tres días, ya descansa ahí junto a la ladera del castillo, ese castillo que él tanto quería y tanto le escribió siempre, para mí fue un placer leer sus artículos en el libro de feria, con esa pluma y esa sencillez en el juego de palabras que nos hacía sentirnos mas y mas cerca, a pesar de la distancia de este rincón blanco que tanto queremos los belmezanos, RAFAEL exponía con maestría los muchos conocimientos que siempre tuvo del pueblo y los regaló a los belmezanos en esas exposiciones que era una delicia leerlas, nunca se me olvido cuando le pregonó a su pueblo.
RAFAEL MUÑOZ MOYA, casado con Doña Dolores, tenía dos hijos JOSÉ Y RAFAEL, un hombre muy comprometido con su pueblo, trabajó incasablemente en su cofradía, y en esas Semanas Santas se dejaba notar ese esfuerzo desmesurado..Que se puede decir de un hombre que lo ha entregado a su pueblo en ese servicio ejemplar, Confecciones Rafael Muñoz Moya, era una tienda con mucho carisma esa calle Córdoba, la atención al cliente siempre fue exquisita, RAFAEL era un gran profesional y dejó un gran impronta en ese local inolvidable, además nunca debemos olvidar la ayuda permanente en momentos difíciles a muchas personas.
Se nos ha ido pero siempre se quedará con nosotros, nonagenario, lleno de vitalidad, un gran hombre, un gran padre., una persona muy cariñosa y noble en el trato, súper educado y un hombre muy cercano en la amistad, al sepelio acudieron mucha gente de todas las edades, le dejaron a sus familiares su sentido pésame y el pueblo acompañó de todo corazón para dedicarle su último adiós a este buen belmezano.
Con todo mi cariño a esta buena familia de todo corazón D.E.P. RAFAEL.

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