El tiempo pasa rápidamente, no te das cuenta, y cuando echas la vista atrás te vienen recuerdos imborrables, ya van para cincuenta y seis años desde que se inauguraron esas viviendas de la obra sindical que se levantaron en aquél espacio donde los trabajadores de la sociedad minera y metalúrgica de peñarroya, tenían un espacio ahí lo que hoy es la Avda., de la ilustración, unos huertos para su trabajo, ahí nacen el grupo de viviendas, treinta y dos en total, llamadas cariñosamente en Belmez, como Casas Nuevas, había un monolito junto a la casa de los maestros, donde ponía la fecha de la inauguración, año 1.956.
Bueno ahí llegamos muchas familias de todas partes del pueblo, poco a poco se iban llenando esa treinta y dos viviendas, de espacio reducido pero llena de alegría en cuanto a la disponibilidad de ellas, esas casas ya tenia sus saneamientos completos, el agua corría a través de ese contador, y eso era muy importante en aquella época, ahí en ese grupo de viviendas, hubo mucha comunicación entre sus vecinos,, muy buena amistad que a pesar de los años aún se mantiene, muchísimos niños llegaron en aquellas fechas, las calles de arriba, la de en medio y la de abajo, antiguamente llamadas, Avda., de José Antonio, la de arriba, calle José Solís la de en medio y calle parque la de abajo, bueno como decía,. las personas se querían muchísimo por eso cuando alguien se nos va el sentimiento de dolor es muy grande, ayer día de Santa Bárbara, nos dejó AURORA, una encantadora mujer, una mujer que junto a marido Rafael Rivera, eran ya de los pocos que quedaban desde principio en esas viviendas, Aurora era una mujer muy cercana, siempre te recibía con una sonrisa, con un cariño muy especial cuando te veía, nunca se olvidó de todos nosotros, aunque marchamos muchos por las emigraciones, pero al regresar siempre tenía esa palabra de bienvenida, AURORA, fue una mujer que hizo piña entre todos los que habitábamos ahí junto a ella, ella en esa casa de la calle hoy Hilario Jesús Solano, ahí en ese numero cinco, en el piso de arriba, ahí junto a su marido y sus hijos Encarnita y Rafael, luchó mucho por su familia, trabajadora incansable y una mujer valiente y entrañable.
Nos ha dejado en silencio, pero ha dejado una gran impronta entre sus vecinos y en todo el entorno de su pueblo, ese pueblo que ella quería con toda su alma, termino diciéndole a su marido Rafael y a sus hijos Encarna y Rafa, que a vuestra esposa y madre, siempre la tendremos en nuestro recuerdo y que fue una belmezana admirable. D.E.P.

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