En este difícil y encantador mundo de la hostelería, profesión que es muy dignificante, sobre todo cuando te gusta y te esfuerzas en aprender esa cantidad hoja de servicios, del que cuando has recibido esas “GRACIAS POR SU ATENCIÓN Y PROFESIONALIDAD”, te sientes el hombre mas feliz en el mundo, bueno esto es bastante importante, de esta forma te sientes realizado y te sientes orgulloso de ti como trabajador.
Hoy amigo Navarro, quiero expresarle unas líneas con todo mi cariño y con todo mi respeto a un hombre que en esa profesión sabe estar, LAURO MEDINA DOMINGUEZ, regenta el Bar Restaurante los Corales, su profesionalidad es muy conocida en toda nuestra comarca del Guadiato, es un hombre muy atento hacia sus clientes, es una persona con un don especial y ahí detrás de la barra y fuera de ella, su comportamiento siempre es exquisito, todo esto es muy comentado en los círculos de tertulias sobre la hostelería.
Lauro, nace en la ciudad del Pisuerga, en esa bonita ciudad de Valladolid, hace ya unos treinta y cuatro años o algo mas se traslada a nuestra capital Córdoba, ciudad de los sentidos empieza a trabajar en el Restaurante Bar Los Sánchez, una etapa muy bien recordada por Lauro, mas tarde Lauro monta su propio local, un bar lleno de encanto en la calle Sevilla, después de unos años conoce a su mujer Lourdes y se traslada a Peñarroya-Pueblonuevo, se casa con Lourdes Cebrero Alcaraz, una mujer muy dinámica, y un soporte muy importante en ese local, una ayuda muy eficaz para el negocio, una mujer diez para un hombre de la calidad humana como es Lauro. Lauro tiene tres hijos, dos hijas y un hijo de su primer matrimonio.
Uno ha dado muchas vueltas, he conocido en esta ciudad de Madrid. Muchos restaurantes y muchas cafeterías bar, he visto como se trabaja, y nuestro amigo Lauro, está a esa altura del mejor profesional que te pueda encontrar a lo largo y ancho de este país.
PEÑARROYA PUEBLONUEVO, tiene la suerte de tenerlo entre sus locales de ocio, también hago extenso esa felicitación a todos los bares de ese gran pueblo de Peñarroya.
Lauro siempre te deja esa impronta en ese trato, que cuando te vas, ya estás pensando en volver, termino diciendo gracias Lauro por tu cariño y profesionalidad en ese trabajo que tanto dignifica a la persona.

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