26 de julio de 2012 | Ludy Mansilla Pérez
Si supieras mi amor me regalarías una mirada
Si supieras mi amor lo que siento cuando te vas; como pierden brillo las estrellas, que alumbran mi cielo llenando mis noches inquietas de oscuridad.
Si supieras mi amor, la constancia de mis desvelos; de mis inquietas ilusiones formando parte de los recuerdos. Añoro y siento tu presencia entre mis brazos y la esencia de tu ser acelera los latidos de mi corazón y haciéndome vibrar de la nostalgia.
Si supieras mi amor que mis sueños se desvanecen con tu ausencia, que tu indiferencia duele en mi corazón, que mi estima se va minando por momentos, que quisiera cerrar los ojos y salir de esta encrucijada, que no te rozo por no alimentar mi ilusión, que alargo mis brazos y te siento ya tan lejos de mi vida.
¡Cuánto daría por estar en tus sueños de libertad!, por formar parte de ellos. Anhelo aquellos días cuando te fundías en mis brazos y escuchaba la melodía de los latidos de tu corazón formando tan bellos compases con el mío.
Si supieras mi amor como te acaricia mi alma, cuando me alimentas con dulzura y me estremezco con esos pequeños detalles que tanto añoro, pero de nuevo vuelvo a la realidad y compruebo que tan solo son migajas de lo que fue.
Ahora quiero que sepas, mi amor, que ante esta apariencia debilitada hay un ser impetuoso y valiente, que volverá a la vida y conseguirá superar los baches que el destino le plantea.
Posiblemente mi mirada está pérdida, mi alma rota y aturdida, mi persona desplazada y confusa y aun así cuento con una conciencia limpia y serena, con unos pilares fuertes y sólidos, que reestructurarán mi nuevo amanecer.
Pero quiero que sepas, mi amor, que aunque permaneceré en la distancia con mis mejores recuerdos, algún día tu alma puede sentir lo que la mía siente, que puedes llegar a vivir lo que yo he vivido, que te anulen y desplacen al olvido. Entonces, mi amor, sabrás lo que duelen los sentimientos, la importancia de mis desvelos y desearás el transcurrir del momento, que la noche se oculte entre sus sombras y renazca un nuevo amanecer, por si le acompañaran nubes de esperanza y sueños de valentía. Y ante todo, mi amor, haz de saber que mi corazón es puro y noble, y si esto llegara a ocurrir deseo, que tus sentimientos no se desborden, que sepas afrontar la cruda realidad, que tu mirada no se empañe con lágrimas de nostalgia, que tu corazón no caiga en el vacío que vive el mío y que el mundo no se detenga ante ti.
… Si supieras tantas cosas, mi amor, me regalarías una sonrisa…
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