Familias de Fuente Obejuna han vuelto a acoger a cinco niños bielorrusos en la campaña de verano, permaneciendo entre nosotros desde el miércoles 20 de Junio hasta el próximo jueves 11 de Agosto.
Es mucho el bien que se les hace a estas indefensas criaturas, que han cometido el único delito de nacer en una de las zonas más contaminadas del planeta, a causa del accidente nuclear de la Central de Chernóbil, en Ucrania, el 26 de Abril de 1986, considerado uno de los mayores desastres medioambientales de la historia, provocando la muerte directa de miles de personas, y dejando una herencia a futuras generaciones de enfermedad y muerte.
La mayoría de estos niños están expuestos a padecer cáncer, al respirar un aire tan contaminado, que afectaba a más de 5.000.000 de personas cuando se produjo el desastre, sufriendo grave riesgo un total de 400.000 personas.
Cada familia que acoge a uno de estos niños les regala años de vida, puesto que las temporadas que pasan en nuestro pueblo en periodo estival y en navidad, supone para ellos una inyección de salud y felicidad.
Son grandes los vínculos que se crean entre las familias mellarienses de acogida y estos niños, que durante algunos meses forman parte integral de las mismas, siendo tratados como un hijo, un hermano o un sobrino más.
Los niños vienen en la mayoría de los casos con lo puesto, y sus padres mellarienses son los encargados de regenerar y llenar un poco el vestuario de sus pobres armarios, comprándoles algunas prendas de vestir, calzado y artículos de primera necesidad.
Pensemos un momento por qué nuestros hijos tienen derecho a vivir saludablemente y con todo tipo de comodidades, y estos niños están condenados a vivir en una tierra desolada por la imprudencia del ser humano.
Aportemos cada uno nuestro granito de arena, y ayudemos entre todos a crear un futuro más justo y humano para estos niños, bien acogiendo a uno de ellos, bien adquiriendo libros a beneficio de la Asociación Mastrioska para sufragar los traslados de estos niños desde Bielorrusia hasta nuestro país, como ha sido el caso del libro de cuentos “Ilusionaria”, que se presentó en Fuente Obejuna las pasadas navidades, y que aparte de ayudar a estas familias, y a los mellarienses que los acogen, también ayudan a nuestros pequeños a dormir más placenteramente después de haber escuchado de labios de sus padres o abuelos uno de estos maravillosos cuentos cada noche.

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