Por su interés, por la ver¬dad que rezuman en cada línea, esa verdad que muchos no están dispues¬tos a ver, ni quieren asumir, porque quizás al leerlo, la memoria, la dignidad y la justicia que a corazón abier¬to y a voz en grito reclaman las víctimas del terrorismo, llegue a ablandar la coraza, que cual escudo ideológico tienen algunos en el cerebro, me permito dejar enlaces de artículos publicados recien¬temente en Libertad Digital por Teresa Jiménez Becerril, Ana Iríbar, y Ángeles Pedra¬za, todas ellas víctimas del terrorismo:
http://www.libertaddigital. com/opinion/teresa-jimenez-becerril/inquietud-ante-el-posible-final-de-eta-63256/
http://www.libertaddigi¬tal.com/opinion/ana-iribar/ mejor-solos-que-en-malas-companias-63395/
http://www.libertaddigital. com/opinion/angeles-pe¬draza/esta-en-juego-la-de¬rrota-politica-de-eta-63376/
Pues sí, yo como Teresa, también siento mucha in¬quietud por saber cómo se va a gestionar el tan deseado fin de ETA. En este proceso hay quién pide a las víctimas que sean generosas con sus verdugos. ¡Qué fácil resulta para algunos pedir a los de¬más que olviden, que per¬donen, que sean generosos, cuando son otros los que han sufrido en sus carnes el ho¬rror, la tragedia, la sinrazón del asesinato de un ser que¬rido!. ¡Aaaay si hubieran sido ellos las víctimas…..! ¡Cómo cambiaría radicalmente su postura!. Pero vamos a ver, nuestra sociedad, los espa¬ñoles en su conjunto, ya fui¬mos generosos hace treinta años otorgando una amnistía general, cuando decidimos olvidar el pasado y empezar juntos una nueva etapa en paz. Sin embargo, estos ase¬sinos de la ETA, beneficiados de aquel perdón, han segui¬do matando a quienes de¬cían ser y sentirse españoles, ya fueran de izquierdas o de derechas. Ahora, volver a pe¬dir “generosidad” para estas alimañas, no es perdonar, es claudicar, es rendirse, es per¬der la dignidad.
Ninguna raza, ninguna utopía, ninguna ideología, ninguna patria, ningún trozo de tierra está por encima de la vida de casi un millar de seres humanos asesinados por ETA, muchos de ellos ni¬ños, ni siquiera de la vida de un solo hombre. ¿Y con estos deleznables, repugnantes, racistas, salvajes asesinos hay que volver a ser genero¬sos?. ¿Pero por qué?. ¿A quién interesa que así sea, por enci¬ma de la Ley, de la Memoria, la Dignidad y la Justicia?. Si con esta gentuza, que ha co¬metido crímenes horrendos, se pide ser generoso, ¿con cuanta más razón habría que serlo también con los atraca¬dores, violadores, ladrones de guante blanco, pederas¬tas, defraudadores…… y miles de personas que han cometido delitos infinita¬mente menores?. Pero, ¿qué nos está pasando?, ¿acaso vamos a doblar la rodilla, va¬mos a poner a los pies de la ETA , rendidas, las armas del Estado de Derecho?.
Si al fin, el deseado final de ETA llega por este infame sendero, es que esta socie¬dad está realmente enferma, herida de muerte.

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