26 de febrero de 2012 | Yayo Herrero, Francisco Segura y Nerea Ramírez
Ecologistas en Acción denuncia el acoso mediático a una de sus activistas
INDIGNANTE CAMPAÑA DE LA PRENSA EXTREMEÑA
Ante las noticias aparecidas en dos periódicos extremeños acerca de Francisca Blanco, perteneciente a Ecologistas en Acción, la Secretaría Confederal de Ecologistas en Acción quiere realizar las siguientes puntualizaciones:
Quien ha denunciado el proyecto ilegal de "Marina Isla de Valdecañas" es la Confederación de Ecologistas en Acción, una agrupación estatal integrada por más de 300 grupos Ecologistas, más de 30.000 personas socias y con presencia prácticamente en todo el estado.
La urbanización "Marina Isla Valdecañas" es un proyecto que contempla la construcción de más de 550 viviendas, equipamientos hoteleros, un campo de golf de 18 hoyos y puerto deportivo en un terreno protegido. Hace pocos días se concedía la ejecución provisional de la sentencia que estimaba la demanda presentada por Ecologistas en Acción y ordenaba la restitución de espacio protegido a su estado anterior.
Es Ecologistas en Acción y no Paca Blanco quien denuncia,y por tanto nos parece cobarde, desajustado e indigno que se aliente una campaña de difamación y linchamiento personal a alguien por el hecho de ser la persona que vive más cerca del lugar en el que se ha cometido la ilegalidad.
Las declaraciones del alcalde de El Gordo, Elías Correas, son profundamente indignantes, cuando dice que "han pillado a Paca Blanco vendiendo la casa que tiene en el pueblo aprovechándose de la urbanización de la Isla de Valdecañas". La terrible realidad es que Paca Blanco ha tenido que marcharse del pueblo ante el acoso, las agresiones y la presión que está recibiendo desde que se denunció el proyecto.
Nos parece sencillamente alucinante que se diga que nuestra compañera intenta sacar provecho de la urbanización, cuando es obvio que quienes sí pretenden sacar beneficio de la urbanización Marina de Valdecañas son aquéllos que promueven, realizan y tratan de vender el producto de este proyecto ilegal.
Nuestra compañera se ve acusada en los medios de comunicación de cosas absurdas. Dónde aparca, si tira escombros, si se le escapa una gota del riego o qué texto tiene el anuncio de venta de su casa pasan a ser noticias de interés regional. Mientras se lincha en los medios a una mujer de 63 años, activista voluntaria de nuestra organización, parece que se le concede menos importancia al hecho de que los tribunales nos hayan dado la razón y hayan sentenciado que la macrourbanización es una operación urbanística ilegal. Las personas que han infringido la ley y siguen profundizando el modelo urbanístico especulativo que ha generado la crisis económica-financiera actual son mejor tratadas en los medios que aquellas que denunciaron la irregularidad.
Desde Ecologistas en Acción queremos recordar que la lamentable situación de crisis y paro que vivimos ha estado causada en buena medida por la apuesta por este tipo de proyectos. Durante más de una década los promotores invirtieron y las administraciones facilitaron y consintieron la expansión de la industria del ladrillo de la que algunos obtuvieron enormes beneficios.
La actuación ilegal de muchas administraciones públicas ha generado un enorme descrédito en la política oficial y se cuentan por docenas los alcaldes, concejales y promotores con causas pendientes o directamente condenadas.
El resultado de esta errónea concepción del progreso es que una buena parte de la ciudadanía está endeudada y sin trabajo. Es significativo que precisamente aquellas comunidades autónomas que más apostaron por una construcción irracional y desmedida y por macro proyectos urbanísticos sean las que tengan unas tasas de paro más altas y menos posibilidades de reorientar su economía al haber destrozado su territorio.
Estos datos deberían bastar para que la ciudadanía tome conciencia de la estafa y destrucción que se esconde detrás del cuento de la generación de puestos de trabajo. Basta con mirar lo que ha sucedido en otros lugares, para darse cuenta de la manipulación, colocar a quienes son responsables de este desastre en el foco y dejar tranquilas a aquellas personas que se arriesgan al denunciar la ilegalidad y el expolio de lo común.