Poco a poco, la insistente situación económica de algunos países europeos, entre los que por desgracia se encuentra España, está dejando al descubierto que es una crisis de diseño, una crisis creada de forma premeditada, con nocturnidad y alevosía, para enriquecerse unos cuantos capitalistas sin escrúpulos, parapetados tras las agencias financieras que tanto daño están haciendo con sus pronósticos partidistas.
La crisis, alimentada por la avaricia de unos cuanto, a base de tensarla, terminará rompiéndose y cuando eso ocurra, igual que ocurre con una cuerda cuando se tensa demasiado, nadie sabe hacia donde dirigirá su latigazo y el daño que podrá hacer.
En nuestro caso, la cuerda conforme se va tensando, se está cargando de parados, de familiar enteras sin ningún tipo de recursos, de desahucios motivados por las ejecuciones hipotecarias que están dejando en la calle a cientos de personas, de contratos basura, de trabajadores esclavos, de economía sumergida, de pérdida de derechos sociolaborales, y sobre todo, se está llenando de un reguero de cientos de miles de jóvenes indignados a los que están dejando sin ningún tipo de salida que provocarán sin duda todo tipo de revuelta sociales de difícil solución y como siempre ocurre, nos tocará pagar los platos rotos a los currichis, a las clases media y baja, beneficiando incomprensiblemente a los que más tienen.
Un pequeño ejemplo de lo que estoy diciendo, lo vimos hace unos días, cuando hicieron público un informe que decía, que en plena crisis, las tiendas de alto standing habían subido las ventas a niveles impredecibles.
Para evitar que la cuerda se rompa, habría que recordarles a nuestros políticos, tanto del gobierno, como de la oposición, que trabajen en la misma dirección, dejando a un lado sus propios intereses, aportando ideas para que entre todos podamos salir de esta crisis que tanto daño nos estás haciendo. Y si de paso también se bajan el sueldo, las dietas y los gastos varios, mejor que mejor. Deben se los primeros en dar ejemplo.
Y si a ellos se unen los bancos, dándole salida al dinero para que los empresarios puedan seguir creando empleo y riqueza, sería el camino para que comenzáramos a ver la luz al final del túnel. Si los parados siguen subiendo, los sueldos de los que trabajamos bajan o se mantienen igual desde que comenzó la crisis y el dinero no fluye, mal nos va.

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