Por medio de estos artículos pretendo mostrar la existencia e importancia de la danza en los albores de la religión cristiana, a través de los textos sagrados y como fue vista e interpretada por los primeros padres de la Iglesia. Para ello recogeré y estudiaré, las distintas citas dancísticas que aparecen descritas en los textos sagrados de la religión cristiana. Partiré, desde los textos sagrados hasta los primeros Padres de la Iglesia, Hermas de Roma, Justino el Mártir, San Gregorio el prodigioso, etc., los cuales entendían y consideraban la danza como un mandato divino, hasta llegar a los primeros concilios donde comenzaron las primeras oposiciones a estas teorías, que datan del siglo IV d.C. Paralelamente daré a conocer los inicios de nuestro arte “la danza”, desde un prisma algo diferente del que normalmente la hemos analizado, es decir, desde el punto de vista de la religión cristiana. Ya que habitualmente la Historia de la Danza es estudiada desde el punto de vista histórico de manera general y no desde el cristiano específicamente.
Tengo que confesar que después de hacer este proyecto, me sentí tan cerca de Dios y de la Danza, como no lo había estado en toda mi vida: cristiana y dancística. Me gustaría dedicar este trabajo a toda la gente que me quiere y que de un modo u otro está en mí.
A todos los corazones que me están alumbrando desde el balcón del cielo. Y que sin su ayuda, sin duda, me hubiese quedado en el camino, ya que ellos son mi norte y mi guía. Hola Marisa, no sé cómo darte las gracias, has sido un pilar muy importante para esta carrera, gracias por tus buenas vibraciones. Por aquí todo bien, saludos al coronel. Hola Victoria, cuánto tiempo alumbrándome, gracias abuela, te quiero. Hola Madrina, cuanto te echo de menos, como tú decías, todo esfuerzo tiene su recompensa, ya terminé la carrera, gracias por estar a mi lado.
A mi familia y hermanos, en especial a Paco. Sin su ayuda no hubiese terminado jamás, gracias hermano. A Alonso, por convertirse en bálsamo de mis tempestades. A mis amigos, por aguantar los largos meses sin verme y estar siempre. A mis colaboradores, Sor Nieves, Don José Antonio y Don Jesús. Han sido mi línea directa con el Padre. A Don Álvaro, el sabe por qué. Gracias Maestro. A Mariló, conocerte y trabajar codo a codo, fue una de las recompensas más grandes de este proyecto. Serás herramienta de inspiración en toda mi vida.
Y a pesar de que Franco ya había muerto, y que esta profesión es tan digna como la que más, este proyecto también supone un logro frente a esas personas que no supieron entender mi fe, mi vocación y mi arte. Seguro que ahora están orgullosos de mí.
También es un homenaje a mi caminar, influenciado por la Fe trasmitida de mi madre y el Arte que mamé de mi padre. Gracias mamá por aguantar mis historias, por ser tan auténtica y por esas…cuatro esquinitas tiene mi cama... ¿Sabes una cosa?, como Dios es un hombre viejito y no puede estar en todas partes, creó a los ángeles y a las madres, por eso tú tienes aura de ángel. Gracias papá por compartir conmigo tu arte, por inculcarme la pasión por la música, por ser mi mejor maestro de ceremonias. Si soy así, es gracias a vosotros, a vuestros valores y humildad oceánica.
Y para terminar, a dos deidades que habitan en Santa Bárbara, por sus fuerzas espirituales que moran en mí, mil gracias.
INCIENSO EN LA DANZA
Luciano de Samosata, escritor griego del siglo II d.C, en sus escritos sobre danza, nos cuenta que toda iniciación a la obra religiosa estaba relacionada con una danza. Quedando reafirmado por la corriente filosófica Órfica, que recomendaba que cualquier persona que decidiera iniciarse en el conocimiento de la obra religiosa, debiera ser recibido con danzas.
En la mayoría de las religiones principales, encontramos que la danza ha sido o es, una parte más o menos esencial del oficio divino: por ejemplo, el cristianismo consideró como algo obvio y necesario, que las costumbres y hábitos sociales (incluidas las danzas), pusieran su sello en cada uno de los movimientos espirituales; así mismo el culto judío, desde tiempos remotos, se ha encontrado rodeado de personas que apreciaban a la danza como un elemento esencial en el culto. Ejemplos similares los encontramos en otras muchas religiones.
La danza penetró en la iglesia cristiana a través del paganismo, siendo reforzada por el influjo del desarrollo de las danzas sacras. Cuando el cristianismo apareció, lo hizo en un mundo en el que ya existía un culto a la danza, tanto para realizar celebraciones, como para oponer resistencia a las fuerzas que no pertenecen al mundo visible, también lo empleaban para mejorar las relaciones con los dioses y para luchar con demonios que causaban enfermedades. Por esta razón, el cristianismo permitió a los recién convertidos, conservar algunas de sus antiguas danzas paganas, además de porque, en cierto modo, estaban ligadas a una significancia divina.
Los escritores y autoridades eclesiásticas afirman que las danzas paganas, entraron en la práctica religiosa coincidiendo con el inicio del establecimiento de la comunidad cristiana. Por lo que en los albores de la iglesia cristiana, la danza fue concebida y descrita como uno de los principales gozos celestiales y como parte de la adoración que los ángeles brindaban a la divinidad.
Para ahondar y profundizar en el conocimiento de nuestro arte, “la danza”, en los inicios de la iglesia cristiana, contemplaremos las diferentes afirmaciones recogidas en los textos de los primeros Padres de la Iglesia, ya que son testigos excepcionales de la tradición dancística, aportándonos un gran patrimonio cultural sobre nuestro arte. Mostraremos ejemplos de danzas religiosas ejecutadas por los judíos, ya que jugaron un papel importante para el desarrollo de las danzas en la Iglesia cristiana influyendo en estas. Interpretaremos las diferentes afecciones para la palabra danza en el Antiguo y Nuevo Testamento, demostrando así su existencia e importancia en la religión cristiana. Junto con el lugar que ocupa la danza en determinados movimientos Cristiano-Gnósticos, y por último contemplaremos los diferentes motivos para llegar a las prohibiciones de la danza.
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