Las elecciones nacionales del 20 de noviembre han dictado sentencia, proclamando ganador absoluto al Partido Popular (en adelante PP). Ya tienen la mayoría que querían, ahora deberán hacer lo difícil…, gobernar.
Una amplia mayoría de españoles, han decidido con su voto, que el PP gobierne en España con mayoría absoluta, sin obstáculos, proporcionándoles con ello un regalo algo envenenado que deberán saber administrar y manejar con soltura, para no caer en su propia trampa, o mejor dicho, para no caer en la prepotencia, la insidia o el engaño.
Ya no tienen excusas, ya no pueden seguir jugando con ambigüedades, ahora tienen que gobernar para todos los españoles, para los que les han votado y para los que no, ya no hay escapatoria ni demagogia posible, ahora se van a encontrar con realidades y van a tener que decirle a los españoles lo que no han querido decir a lo largo de todos estos días de campaña o han insinuado a falta de dos días para las elecciones, ahora tendrán que hacer frente a todo eso que, según ellos, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero no ha hecho, o lo ha hecho a medias y mal. Ahora tendrán que decirles a los españoles claramente y sin tapujos, que para ellos la Ley de Dependencia no es viable, que los convenios colectivos para la pequeña y mediana empresa son un atraso y deben desaparecer, que se pueden quedar sin las ayudas al desempleo y sin otros logros sociales conseguidos tras años de lucha obrera, como es la sanidad y la educación pública gratuita, por culpa de la crisis que los capitalistas y los especuladores han provocado para conseguirlo. Todo un cúmulo de recortes, que ellos mismos reconocen, provocarán movilizaciones de protesta en toda España.
Y dicho esto, ahora no queda otra que desearles lo mejor por el bien de todos y darles de forma sincera la enhorabuena a la alcaldesa de Peñarroya-Pueblonuevo María Gil, flamante Senadora, así como al futuro gobierno del PP, esperanzado en que no sientan vértigo al verse con tanto poder en sus manos, deseando que sepan definir su programa sin dobleces, con honestidad y claridad, para que todos los españoles podamos entender cualquier tipo de acción encaminada a ganar el pulso a la crisis y de forma directa a los casi cinco millones de parados que hay en España, eso sí, procurando que no recaiga siempre en los españolitos de a pié, en los “currichis”, en los “mileuriastas”, sin acordarse y dejando a un lado a esos que tienen grandes capitales y grandes sueldos, entre los que se encuentran ellos mismos, los políticos y sus gastos generales aparte del sueldo. Para empezar, pueden ser ellos los primeros que den ejemplo de austeridad.

---

<< Volver a Adalberto García-Donas León