Una verónica al cielo

El pasado día 12 de Noviembre, las campanas de la Iglesia Nuestra Señora de la Anunciación sonaban tristes, el toque era lento y el sonido arrastraba una llamada a la despedida de un belmezano de “PRO”, ese hombre , ese Padre y ese marido, que ha dejado entre sus amigos y familiares un inmenso vacío, una impronta difícil de igualar, se nos ha ido en silencio, con el mayor siempre respeto en el trato con los demás, se nos ha ido un gran hombre, se nos ha ido
EL MAESTRO, cuantas tertulias taurinas, cuanto sabía del mundo del toro, RAFAEL LACALLE BARRENA, Maestro por excelencia.
En la vida cotidiana de los pueblos, uno es maestro por muchas causas, por ser una buena persona, por ser un buen amigo, por ser un buen hijo, un buen hermano y como he dicho antes un buen padre y un excelente esposo, todo esto lo reunía Rafael, ahora el mundo taurino de Belmez, y ese Peña que el fundó con otros paisanos. Peña MANUEL BENÍTEZ EL CORDOBÉS, lo echará de menos. No solo los componentes de esta Peña, también esos belmezanos que en el día a día charlaban con él, yo he tenido la gran oportunidad de hablar mucho con él, era esa clase de persona que te enseñaba, que conocía el argot del mundo del toreo como nadie, me decía muchas veces, “DANI EN EL MUNDO DE LOS TOROS , EL MAS HONRAO ES EN TORO, POR ESO LO MATAN PARA QUE NO HABLE, casi ná, en esa expresión, cuanto sabía este Maestro.
Será muy duro acudir a esas jornadas taurinas que todos los años se celebra en nuestro Ayuntamiento con esas celebridades que nos visitan y no ver a Rafael., de igual manera que acudir al coso taurino belmezano y verle en su puesto de trabajo después de mas de cuarenta años. Rafael Lacalle, fue un icono en el saber del mundo del toro, era un enciclopedia abierta, su disertación era muy rica
Y sus conocimiento taurinos muy grandes, se nos ha ido, con el capote apoyado en su brazo izquierdo, con la mirada sonriente, con el cariño de todo un pueblo, con la amargura del sentimiento en la perdida de un ser tan bueno, en definitiva, se ha ido enseñando esas verónicas con esa mano izquierda, la misma mano que tuvo en trato con sus paisano y amigos, RAFAEL LACALLE BARRENA, QUE PEDAZO DE BELMEZANO, HASTA SIEMPRE AMIGO.
Daniel Solano Sújar