En la vorágine de la vida, a menudo nos encontramos con historias asombrosas de personas, asociaciones y pueblos que luchan incansablemente y nos demuestran el verdadero significado del reconocimiento y la dedicación para mantener viva la llama de sus raíces. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en el encantador pueblo de Torre del Campo.
Hoy quiero compartir con ustedes la historia de un matrimonio torrecampeño, cuyo arraigo a su tierra natal se ha fortalecido con el paso de los años, convirtiéndose en un inspirador ejemplo de amor por su tierra, Andalucía, y su provincia, Jaén.
Ciriaco Expósito Jiménez y Carmen Blanca son los pilares de esta historia. Después de más de sesenta años en la bulliciosa ciudad de Madrid, su amor por su tierra natal crece día tras día. Su acento andaluz, que no han dejado de exhibir en sus diálogos, es el reflejo fiel de ese sentimiento profundo que transmiten de manera impecable. Juntos, han trabajado incansablemente en sus establecimientos, y después de décadas de arduo trabajo en los años cincuenta, lograron sacar adelante a su familia.
La Taberna Restaurante Ciri y la bodega Sacromonte, ambos locales propiedad de este valeroso matrimonio, se han convertido en parte fundamental de la vida diaria de la barriada madrileña de Usera. La profesionalidad, la atención al cliente y la sabiduría en el trato generoso y afectuoso con su clientela son los pilares que han cimentado su éxito. En estos lugares, uno puede degustar los productos de esa tierra bendita, nuestra amada Andalucía, que tanto añoramos. Su hospitalidad nos hace sentir como en casa, y no puedo evitar felicitarlos por ese cálido trato y su dedicación diaria.
Desde lo más profundo de mi corazón, quiero expresar mi más sincero reconocimiento y admiración por el ejemplar servicio de hostelería que brindan con tanta calidad humana y liderazgo. Ciriaco y Carmen son verdaderos embajadores de Torre del Campo, manteniendo viva la ilusión de su pueblo y transmitiendo el amor por su tierra a todos aquellos que tienen la suerte de conocerlos.
Torre del Campo, a través de estos valientes emprendedores, continúa dignificando su gentilicio cada día. Sus historias nos recuerdan la importancia de nuestras raíces y el poder del amor a la tierra que nos vio nacer. Brindemos por ellos y por todos aquellos que luchan por mantener viva la llama de su origen. ¡Gracias de corazón!

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