19 de abril de 2023 | David Vázquez Gómez
Hablar de política, segunda parte
Constitución española
Hablando antes de principios democráticos, algo que para algunos han olvidado o ya no les interesa oírlo, está el contrato electoral entre votantes y candidatos a las elecciones, el programa político. Es un documento excepcional para guiarse en democracia. Por ejemplo, ¿por qué los conservadores se proclaman en elecciones como grandes liberales si lo que hacen es representar sólo al capitalismo?¿Un autónomo se considera capitalista?, peor aun, ¿representan más el capitalismo extranjero o es que la máquina de hacer dinero ya no está en Madrid?. Los conservadores, en realidad, quieren conservar su estatus social a toda costa, clasismo antes que soberanía nacional. Dicen que reforman leyes y lo único que hacen es crear más para recortar en Derechos y en Libertades, el mejor mecanismo para perpetuarse arriba con la desigualdad o reventando la igualdad de oportunidades.
Llegan los mayordomos, éstos que lo arreglan todo, ¿por qué los socialistas en época de urnas se anuncian grandes Social-demócratas y representantes del pueblo si lo único que socializan son las pérdidas de los especuladores sobre los hombros de la gran mayoría ? es subsanado con subidas de impuestos para todos, sobretodo del IVA,y así recalifican la deuda privada en una nueva deuda pública de país. Socialistas si, pero sólo para los suyos, creando burocracias para que las ayudas sólo las conozcan los suyos. Otra manera de corromper el sistema con políticas antisociales que no redundan en el interés general, sólo en el interés de su partido.
Este es el patio que nos encontramos en el país más bipartidista e inconstitucional por excelencia, detrás de EEUU, falsos liberales y falsos socialdemócratas, auténticos conservadores de su patrimonio, unos, y socialistas para los suyos o mayordomos del capital extranjero los otros, respectivamente. Un sistema antisistema construido para engañar a todos los españoles, los que quieren y no quieren serlo. Ambos súbditos del neocapitalismo internacional que controla la soberanía popular de los Estados cada vez menos independientes, si se le puede llamar soberanía. Corrupción bipartidista con el dinero público, del que te excluyen si los denuncias, pero premian a los que más defraudan a los electores. Cero redistribución de la riqueza y cero en calidad Democrática, ¿traidores o interesados?.
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