No quería entrar de momento en este tema, como si no diera crédito a lo que día a día vemos a nuestro alrededor o leemos en los medios de comunicación, pero hechos vividos en primera persona han colmado el vaso de la paciencia y el listón de aceptar sin protestar sobre lo que veo a diario que pasa a mi alrededor, lo que le pasaba también a otros muchos, sin que desde la autoridad municipal, que en teoría deben velar los intereses de nuestro pueblo o desde los propios sindicatos de la sanidad pública, que en la práctica deben defender a los trabajadores/as, muevan lo indecible para evitarlo y si lo están haciendo, no deben hacerlo con la suficientes fuerza, para que se remuevan las conciencias de esos políticos que gobiernan en la Junta de Andalucía, que lo están consintiendo y amparando, con la Consejera de Salud, Catalina García a la cabeza.
A diario venimos escuchando que nuestros sanitarios deben buscarse otro destino fuera de la comunidad andaluza, hacia el resto del territorio español e incluso hacia el extranjero, porque aquí, como en la serie televisiva “No hay quien viva”, pasa lo mismo, a pesar que desde los sindicatos e incluso desde el Consejo General de Enfermería en Córdoba, el otro día dijeran que en la provincia de Córdoba faltan por cubrir 1.867 plazas de enfermería para situarse en la media de lo establecido por la Unión Europea, precisando el presidente del Consejo General de Enfermería, el cordobés Florentino Pérez Raya, que… “España necesita más de 95.000 enfermeras/os, para llegar a los datos de los países vecinos”. Esto no es algo nuevo, añadiendo que… “El número de pacientes que tiene que atender cada enfermero/a en hospitales, centros de salud y centros sociosanitarios, duplica e incluso triplica las cifras recomendadas para poder garantizar la calidad y seguridad asistencial en todo momento”. Si a eso le unimos la falta de celadores, de médicos de cabecera en los centros de salud, de médicos especialistas, de cirujanos, de anestesistas y de personal sanitario especializado, nos encontramos que de un tiempo a esta parte, lo que hace años nuestra sanidad pública era envidiada en toda Europa, ahora se está convirtiendo en una sanidad pública empobrecida, en beneficio de la sanidad privada, que desde hace unos años está creciendo a pasos agigantados, gracias a las políticas de apoyo que reciben desde comunidades autónomas gobernadas por el PP y socios. como la andaluza, madrileña, etc., sin que esto quiera decir que donde manden los de signo contrario, PSOE y socios, lo estén haciendo del todo bien, escapándose tan solo Navarra, gobernada desde 2019 por PSN-PSOE, GBai y Podemos, que al día de hoy, tiene los ratios por encima de la media europea.
Para no irme demasiado lejos de nuestra zona, aquí las cosas, al vivirlas tan de cerca, se magnifican mucho más. Por falta de espacio no quiero profundizar mucho en los diferentes frentes sanitarios que tanto nos están afectando, tiempo tendré para ir matizando más afondo uno a uno, lo cierto es, que de unos años para acá nos encontramos que el Centro de Salud está en déficit de personal sanitario, al irse jubilando profesionales o saliendo trasladados a petición propia y no cubrirse esas plazas con otros nuevos.
El servicio de ambulancias, ha sido retirado a la empresa local Ambunort, S.L. creada en 1990 con personal de la localidad y comarca, con trasfondo de intereses políticos que presuntamente han beneficiado a una empresa de fondos buitre que se ha hecho con la concesión, igual que está ocurriendo en casi todas las empresas cordobesas de ambulancias que terminaban su concesión. Ojalá les vaya bien en beneficio de los trabajadores de Peñarroya-Pueblonuevo y comarca que han absorbido con el cambio de titular.
El Hospital Alto Guadiato está bajo mínimos a todos los niveles, faltando personal sanitario, principalmente especialistas, cirujanos y anestesistas, sobre lo que se volverá a denunciar públicamente en unos días, como ya ocurriera en enero de este año cuando pasaron a depender del Servicio Andaluz de Salud y todos los responsables provinciales de Sanidad del PP encabezados por anterior Consejero de Salud, Jesús Aguirre, vinieron al hospital para desmentir la posibilidad del cierre hospitalario que planeaba en esos momentos. Por cierto, hasta final de año no terminará el proceso de cambio, lo que está provocando debido a la comentada falta de personal especializado, que estén derivando pacientes con operaciones programadas, al hospital privado San Juan de Dios de Córdoba, saltándose a la torera los hospitales de referencia Valle de los Pedroches y Reina Sofía, que al parecer también están saturados con largas listas de espera por el mismo motivo.
Sea como fuere, esto va camino de reventar por algún lado, si los sindicatos de trabajadores sanitarios y los grupos políticos en la oposición, no consiguen frenar esta sangría sanitaria que tan directamente nos está afectando. Están jugando con la calidad sanitaria que tanto trabajo costó instaurar en España y en Andalucía en particular, en beneficio de la sanidad privada y por lo tanto, con la vida de personas, algo que no deberían permitirlo bajo ningún concepto.

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