La vida va pasando, y a lo largo de ella, vamos conociendo a personas, que son puntos referenciales de esas actividades deportivas y otras, y que dejan esa huella interminable, cuando la actitud es siempre, ese continuo apoyo, esa siempre solidaridad, es siempre respeto y va acompañadas de grandes consejos que te ayudan a ser mejor deportista y mejor persona, eso en esta vida es muy importante, y así te sentirás muy feliz en ese día a día, grandes consejos, venidos de grandes personas, esas mismas, que se dejaron la vida en esa entrega continua hacia esos colores nuestros de los cuales, todos los momentos vividos, fueron ese acicate para sentirse feliz y orgulloso de ello.

Hoy quiero dedicarle unas líneas llenas de respeto y admiración, hacia ese futbolista, ese numero seis, que cuando vestía los colores de nuestro Recreativo Belmezano y posteriormente en ese gran equipo en aquellos años de C.F. PEÑARROYA, un jugador polivalente entregado y con una capacidad de juego muy brillante, dejando plasmado en esos terrenos de juego del Juan Cortés Mora y el de Casablanca, tanta calidad, que hizo que ese ATLÉTICO DE MADRID, de aquel campo ubicado cerca de cuatro caminos en este ciudad de Madrid, le hiciera aquella prueba, y que fue refrendada con una gran actuación, dejando a todo el equipo técnico de dicho club, con esa sensación de felicidad compartida, ANTOÑIN FERNÁNDEZ, como se le conocía por estos lares nuestros, era ese futbolista belmezano, que tanto nos dio, siempre que venía de esa ciudad donde residía, BARCELONA, aparecía por ese campo de fútbol, y sus re cuerdos son nunca olvidados, un jugador con un potencial grandísimo, por motivos de trabajo familiar, no se quedó en ese club del Atlético de Madrid, en su casa, su trabajo era muy importante, y la familia lo necesitaba en esos quehaceres, Antoñin, cuando en esos años de emigración, salta a esa empresa de la SEAT en BARCELONA, donde en todo ese tiempo, nunca dejó de jugar en esos campeonatos de grupos de empresa, cada que vez que podía, llegaba a su pueblo BELMEZ, y siempre tenía un partido preparado, disfrutaba paseando por sus calles, amó a su pueblo desde el corazón, sintió muy adentro ese escudo de ese nuestro pueblo vecino, era parte importante en ese esquema de ese inolvidable entrenador, GARCÍA, que lo adoraba, ANTOÑÍN FERNÁNDEZ era el santo y seña de esos colores rojos y pantalón azul de ese equipaje, lo mismo hizo con la blanca y azul de nuestro Recre, una persona que siempre admiramos y donde los más jóvenes se deben de mirar, su fútbol lo regalaba cada domingo, y su entrega y pundonor, acompañada de esa calidad técnica, le hizo ser esa persona referente de muchos que tuvimos esa gran oportunidad de verlo y de disfrutar de su gran fútbol, ANTOÑIN, allá donde estés, siempre te tendremos en nuestro recuerdo y en nuestro corazón, gracias por todo lo que diste a tu pueblo, por ese fútbol que tanto nos regalaste, te añoramos y te querremos de por vida D.E.P.

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