Vulcano

El mundo ha cambiado poco, todo está en la historia

Vivimos en una época de incertidumbres e inseguridades ya instaladas por la crisis de valores, instituciones, formas de vida y pilares sociales que han provocado un cambio cultural. Este cambio cultural ha sido producto de la decepcionante y tensa realidad social que ha frustrado, indignado o despistado a centenares de millones de personas en el mundo; además, el fracaso de la política y de las instituciones para ofrecer resultados reconfortantes mientras recurre a mensajes desacreditados. La posverdad depende de la repetición a un nivel nunca alcanzado por un debate académico.

Ahora, no nos interesa el Covid, las vacunas o la factura de la luz, ahora los grandes comunicadores se han transformado en vulcanólogos… La erupción reciente en la isla canaria de Palma está moviendo Roma con Santiago… No solo las noticias y reportajes nos invaden si no las polémicas y debates que traen consigo, incluso ya tenemos negacionistas del volcán que pretenden que todo es un montaje.

Tenemos mucho de romanos, su legado es imborrable; para el mundo romano los dioses estaban bastante “humanizados” y llenos de virtudes y defectos que para otros pueblos de la tierra; tenían adoradores acérrimos y también detractores.

Vulcano era dios del fuego, pero a su vez de la fundición de los metales y la fragua, oficios de dioses no sé hasta que punto tendrían mucho que ver con el acercamiento del cielo con la tierra.

También había periodismo, salvando las distancias, y posverdades… Quiero mencionar como reportero romano a Plinio el Joven que escribió las crónicas de la famosa erupción del Vesubio en la que pereció su tío, Plinio el Viejo, (mucho más erudito y sincero que él) … Pero también sabemos, ahondando en la historia que el celebérrimo emperador Augusto se valió de grandes plumas de su época, como Suetonio, Tácito y el mismísimo Plinio el Joven para menospreciar a los que le precedieron y valorarse a sí mismo.

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