-" Hay en marcha proyectos de homenaje, ahhh, en la Universidad de Oviedo, ahh...", mastica pausadamente el viejo gurú.

Superado un breve silencio, una elevación de tono anuncia trompetera la imparcialidad de la exposición :

- "¡Siempre propuestos, por cierto, por las propias universidades! Ahh"...

A continuación se transcribe una muy breve declaración de intenciones. Una bajada de voz escenifica, "simplemente", el alejamiento emocional de una idea que nadie pretendía vendernos:

" En el Ministerio simplemente lo estamos apoyando..."

Termina el sermón con una fe de intenciones: la cicatriz del traidor, a la que aludía en sus relatos la afilada pluma de Borges:

"La Universidad de Oviedo, en homenaje al rector, ahhh..., el famoso escritor Leopoldo Alas 'Clarin'..., que fue fusilado como rector de la Universidad de Oviedo".

El discurso quedaba así expresado siguiendo las reglas al uso: un registro lingüístico dirigido al pueblo llano que, como ustedes sabrán la lengua es una " koiné", cuya función principal es la de aglutinar voluntades , y la de hacerse enteder por encima de cualquier jerga, o dialecto; de las distintas hablas, y modalidades. Ahh...
Lo peor de tanta pausa y suspiro, a mi corto entender, es la intencionalidad, y la mentira de que se adorna el discurso.
Expresión de gastados ronroneos, y de alergias primaverales, la voz del Sr. Castell más que sonar a agua clara, semeja un sonido de cántaro.
Nada personal y sentido, que libere la oratoria de esa visión monolítica, de quienes defienden una ideología que hizo desaparecer del mapa a cien millones de individuos.
Y lo de menos, para muchos, tal vez sea el "quid pro quo", que en no pocas ocasiones nos llevó a confundir el remedio con el veneno, al violador con la víctima...

Lo demás, ese " hablar por boca de ganso", como suelen hacer los malos vendedores, y una gran parte de nuestros politicos; cientos y cientos de asesores, enchufados, y camanduleros, cortados por las tijeras del odio, de la incompetencia, y de la corrupción.

Ecos de insuficiencia respiratoria que nada tienen que ver con la limpia, clara, y personal de los Machado, los Hernández, los Federico, a quienes, a menudo, sacan de su tumba a pasear; ni con la poética sencillez de quien defiende sus verdades con la palabra, y la vida, sin necesidad de matar, como bien expuso Manuel Machado en un precioso artículo.
Voces valientes que se pronuncian a diario contra las miserias del terrorismo, del nazismo, del comunismo, o de un capitalismo feroz; contra tantos "agentes" tóxicos que mataron a indefensos, como sucedió en Río Tinto, en Paracuellos; y en dimensiones astronómicas en Katyn, y en los restantes campos de concentración, y exterminio.
Más que ignorante, el Sr. Castell es un "pinta lutos", como el personaje del que nos habla Galdós en " Fortunata y Jacinta".
En tiempos primaverales, de pandemia, y de respetuoso dolor, el devoto de " la no casta" nos convoca a una guerra civil contra todo lo que huela a fascista, a burgués, a franquista, y tal y tal...
Y no los meten en la cárcel, para que prueben su medicina.
"La Policía del Pensamiento" nos cita, como en la Edad Media, a las pruebas de la ordalía, que es tanto como poner la mano en el fuego, y pronunciarnos a su favor, para así obtener, a cambio, el favor de una paguita.
¿ Y el que no les siga el rollo qué...? ¿A un campo de concentración, como en su momento propuso el tarado de Juan Benet con Aleksandr Solzhenitsyn?
Tal vez desconozca el sabio que en cuentos como " Dos sabios", ya es posible apreciar la alta estima en que " Clarín" tenía a esos "misteriosos pozos de ciencia" que eran los sabios de su tiempo; algunos de la talla de los doctores Gilledo, y Fonseca, engolados, envidiosos, y poseedores del pin del mochuelo de oro.
Del mismo modo Pío Baroja, subrayaría con su pluma que " el ambiente de inmoralidad, de falsedad, se reflejaba en las cátedras tanto o más que en otros centros políticos docentes".
En el fuego de la vida, que no en el atanor de la muerte, se aquilatan las personas, y se muestra su valor.
Cuando la Fama habla a gritos de la gran aportación intelectual de D. Marcelino Menéndez y Pelayo, y de su humildad y sabiduria, van los inquisidores de oficio, y ni se enteran...
¿Y a tan caballeroso " facha" no piensa usted " amadrinarlo" , con todo todo su equipo de expertos vestidos de comunión?
No es el cántabro el único integrante de esa lista. La misma cruz tuvieron que soportar el sevillano Aquilino Duque, o el argentino Jorge Luis Borges, a quien le negaron el " Nóbel" por atreverse a pensar.

En novelas como "Cuervo", el personaje creado por " Clarín" se recrea en la muerte del prójimo, incluso antes de que fallezca; hasta el punto de desacreditar la teorías higienistas de D. Torcuato, el médico de La Laguna. Y el populismo corrió por el pueblo como la pólvora...
Algo similar sucede ahora; y ya me dirá usted si a "Clarin" le habría hecho gracia el uso indebido de su nombre, para "servir a una causa" que ni siquiera conoció, puesto que su muerte tuvo lugar en 1.901.

- "Ya está bien de recordar la guerra civil. ¡Votad al honrao; al ladrón no lo votéis, aunque tenga la hoz y el martillo...!", decía con su habitual rigor el cordobés Julio Anguita.

La procesión va por dentro y, a ochenta años de aquello, nuestros muertos pasaron ya a ser unas motitas de polvo en un desierto de estrellas.
¿O vamos a recordar ahora que a los niños evacuados durante la guerra civil, les imponían el artículo 7- 35, de los socialmente peligrosos, cuando se obstinaban en volver a su país; y que a los más resignados se les proponía como espías...?
Pero, pese a toda una bibliografía contraria a sus intereses, parece que ustedes hayan sufrido una fatal regresión, cual secta de brujos que invitan a la celebración del Sabat, y que invocan a los muertos - "necromancia" le llaman - para que sirvan de escudo y excusa a sus muchas incompetencias, atrocidades, y deméritos.

- " Nosotros somos quien somos/ ¡Basta de historia y de cuentos!", que dijo el poeta.

Y sepan ya de una vez que por edad, por influencia familiar, o por otras muchas y desconocidas razones, la mayoría de los españoles se consideran ajenos al "No- Do", al "parte de guerra", a las paradas militares, a los discursos de Navidad, a la falange, a los pantanos, y a todo aquello que, sin saberlo, nos haya podido influir, horadando nuestro inconsciente con la fuerza de un berbiquí.
Lo mismo que ustedes hacen, o al menos intentan hacer, si les dejan; que, como los grabados de Goya, donde se describe el chupado y soplado de niños, ustedes aplauden la eutanasia hoy, mañana el aborto, y pasado montan una murga para insultar nuestras creencias.
Que servidor, que no va a misa, va a hacer intención de ir...
¿Y a esto se limita el ser progres?
Pero nadie es Cristo, ni Aquiles: ni tan bueno como para llevar los pecados del mundo sobre sus hombros; ni tan sobrado de razones como para combatir al enemigo a punta de lanza, como pretenden que hagamos.
¿Quién fabrica las pistolas?¿Quién?
Lo deberíamos saber, para identificar mejor de dónde nos vienen los tiros.
¿Qué Narcisos, por bellos y floridos que sean, tienen el extraño poder de complicarnos la vida, por mor de unas edípicas filias, o de unas secretas y oscuras fobias...?
¡Váyase usted a engañar a quien quiera engañarse a sí mismo! Que cien millones de muertos no es una buena carta de presentación; y mucho menos aún, un argumento plausible...

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