Somos de una comarca minera, somos y seremos siempre esa tierra nuestra que tuvo durante muchísimos años, ese vestigio de trabajos duros y difíciles en aquellos años y en aquellos pozos, ese enjambre de personas que acudían de un lado para otro, en busca de ese jornal para llevar a casa, algunos se nos quedaron en el camino, esos hundimientos y esas explosiones se llevaron a personas muy queridas y nunca olvidadas, tiempos de lucha y trabajo buscando esa seguridad económica, que a la postre era lo mas importante, que a tu familia no le faltara ese pan y esa comida diaria.
Este núcleo en aquellos años era un esplendor, toda esa mina y todo lo con ello conllevaba, era esa parte industrial donde se formaron grandes especialistas en sus oficios, que en esos cierres de trabajo en esa década de los sesenta, tuvieron que emigrar a otras ciudades y a otros países en esa emigraciones, y donde dejaron el pabellón en lo mas alto, ya que esta cuenca minera, esa formación fue parte importante en la vida de los que pasaron por esta empresa, ya que en esos talleres generales, en esos hornos de coz, en esas central eléctrica, en esa fábrica de tejidos, en esa planta de ladrillos refractarios, en esa yogurtera y en todos esos sitios, donde la enseñanza, fue ese puente de consolidación de esa formación que después se vio, correspondida en esos nuevos centros de trabajo, donde dejaron claro ese saber estar y esos conocimientos que le aportaron esa llamada estabilidad económica.
Todo este frente de trabajo, esos espacios que hoy , mira en ese cerco y ver tantos resquicios de lugares importantes en esos años de completa actividad, esa chimeneas, esos ferrocarriles a pleno rendimiento ese automotor, y ese ferrocarril de esa FEVE, de Fuente del Arco, Puertollano, esas maquinillas, la BELMEZ, LA TERRIBLE, ese transporte diario, que unía a esos dos pueblos Peñarroya Pueblonuevo y Belmez, todos esos pozos de minas, que sirvieron para dar trabajo a muchos mineros, y esa amistad que se creo en esos trabajos y esa unión en esa lucha diaria por el mantenimiento de trabajo de esta querida cuenca minera, mi reconocimiento a todos esos grandes hombres y a esas mujeres que también estuvieron al pie del cañón, trabajando en esos distintos puestos de trabajo y que le dieron ese gran realce a esa empresa, dejando unos valores de una lealtad, de las cuales nos sentimos todos muy orgullosos.
Mi reconocimiento a toda esa masa asocial trabajadora, esos mineros y todos esos hombres en distintas categorías que dejaron lo mejor de ellos por esta entrañable cuenca minera a todos, gracias de todo corazón, me siento muy orgulloso de de haber nacido bajo este cielo azul transparente, orgullo de todos los que pasaron por estos trabajos en esos años duros, en esa empresa madre, que siempre se quedó en nuestro recuerdo.
Con todo mi afecto y cariño, para aquellos que ya nos dejaron y para los que hoy siguen en nuestro recuerdo.