Tiempos de música que vivió Belmez en aquellas década de los setenta ochenta y mas tarde, tiempos de trabajo y de mucha ilusión para estar en el sitio preferente, de aquella ola musical que nos adentraba a un nuevo cambio de ciclo, unos jóvenes belmezanos, deciden formar ese grupo, para así realizarse musicalmente, un trabajo arduo de muchos ensayos y ensayos, consiguen sonar, esos acordes se ajustan y las luces se apagan y el foco central va dirigido a todos ellos en su presentación, un sueño que se hace realidad y esos nervios que se estaban madurando, se vuelven muy tranquilos, y se pueden dominar, esa actuación empieza y la sensación es muy buena, las guitarras eléctricas y esos bajos y esa batería, junto con los demás utensilios musicales, todos juntos salen a la luz..VELOCES en escena.

Hoy quiero hacerle un homenaje a su memoria, a ese digno trabajo que realizó durante tantos años en ese medio de la percusión, RAFAEL PARRILLA Q.E.P.D,”el Niño”, una persona hermosa en su forma de ser, un compañero genial, un hombre entregado a su profesión y lo hizo siempre con un alto nivel de dignidad, desde ese grupo que nos robó el corazón, Veloces, y después es otro grupo llamado Sandra y los Veloces, una mujer encantadora con una preparación y una formación musical atrayente y de muy alto nivel, su voz era una delicia escucharla, y fue pieza singular en todos esos años que estuvo cantando y haciéndonos la vida mas bonita, cuando la podíamos escuchar por nuestra comarca.

Sandra se casa con Parrilla, ese batería que nos deleitaba con su baquetas y forman una pareja sinceramente cercana, muy competente y con unos altos valores de dignidad cuando ambos estaban sobre las tablas de los multitud de escenarios que compartieron juntos, SANDRA Y VELOCES, fueron un grupo muy querido en todos nuestros pueblos y sus actuaciones después de tantos años, se le sigue recordando con el cariño y amor que se merecen.

Ya hace años que nuestro niño PARRILLA, nos dejó muy joven aún, su recuerdo es perenne cuando sale a colación eso grupos belmezanos que tanto nos dejaron musicalmente, esa batería sonaba como los verdaderos ángeles y ese ritmo que marcaba le hacia ser ese pedazo de componente que transmitía mucha verdad en su trabajo, fue muy duro su marcha, se le quería mucho, RAFA era muy calladito, tímido es la palabra, muy buen compañero y siempre trabajando y ensayando y ensayando, ya que era muy perfeccionista y cuando se subía a esos grandes escenarios, dejaba esos sonidos musicales en lo mas alto.

La vida pasa y es muy duro comprobar, cuanta gente amiga se nos fueron, este escrito esta hecho con todo el cariño del mundo, y a pesar de los años ya pasados, RAFAEL PARRILLA, el Niño, de los VELOCES, siempre será recordado por su pueblo con todo del amor y cariño del mundo, como el que él, nos regalaba desde ahí arriba, ese lugar donde él se encontraba consigo mismo.

Siempre te recordaremos Rafa.

---

<< Volver a Daniel Solano Sújar