Mira uno para atrás y enseguida te das cuenta cómo pasa el tiempo, bueno nos pasamos nosotros sin darnos cuenta, tiempos de esos colegios, esos recreos, esa palmeta, y esos deseos de aprender, de verdad tiempos que nunca olvidaré, me ayudó a ser muy feliz, con lo poco que teníamos, pero que poco necesitábamos, tiempos de hacer aquella leche en polvo y repartirla a todos los niños de aquél maravilloso grupo escolar Nuestra Señora de los Remedios hoy Instituto, en esa explanada del parque, donde en los recreos ,lo niños y niñas de ese grupo, de ese colegio corrían y corrían jugando, ese recreo era el mejor contacto para afinar amistades, esas que se quedaron ya de por vida para siempre, recordando y recordando, ves de cerca todo ese entorno, aquellas filas antes de entrar, se alzaba la bandera y se cantaba el cara a sol, posteriormente esto se quedó en el archivo, pero algunos si lo hacíamos, nuestra clase con D. Hernando Federico Murillo Soria, D. Federico, al que siempre le tuve ese respeto, como nos contaba sus batallas, en esas clases de la tarde, cuando era Alférez, y que gran persona era, sinceramente un hombre dedicado con toda su alma a la enseñanza, y siempre se preocupaba para que aprendieras, un Maestro al que recuerdo mucho, de igual manera a D. Agustín Navas, cuanto nos pudo enseñar, un hombre cercano y siempre ayudando y ayudando, y queriendo lo mejor para todos sus alumnos, un Maestro, serio en sus fundamentos docentes, y una persona adelantada a la época, con un alto nivel de consideración hacia el alumnado, él y su mujer Doña Amalia, formaron a muchos alumnos y alumnas en esa preparación para el bachiller, una pareja de profesores nunca olvidados, y decir que cuando fue alcalde de Belmez, dejó un grato recuerdo, D. Agustín Navas, ayudó a mucha gente desde ese consistorio, eso es lo que contaba nuestros mayores ya fallecidos, una persona muy querida por su alumnos.
Tiempos de emigraciones y en esos años, ya nuestro pueblo empezó a sentir esos cierres de centros de trabajo y de salidas de belmezanos y belmezanas, buscando esa situación laboral, década que hubo que luchar mucho para seguir manteniendo esos puestos de trabajo, en esa zona minera, una inyección importante es la llegada de la Empresa Nacional Carbonífera del Sur, dependiente del Instituto Nacional de Industria, año 1961, que pudo paliar algo ese éxodo que creo, la S.M.M.P. ESPAÑA, cuando se marchó de nuestra comarca, yéndose a Cartagena y a la Unión, Murcia.
Belmez, aún tenía una cantidad importante de habitantes, y esos recuerdos de aquellos tiempos de niñez y posteriormente de juventud, se quedaron entre todos nosotros, y siempre los recordamos con el cariño que se merece, son muchos años ya, pero en nuestro corazón está ese hueco, ese lugar que en esas calles belmezanas, aún sigue esos momentos muy vivos, y cuando volvemos a encontrarnos, se nos abre el corazón, esas amistades quedaron grabadas a fuego lento y se soldó de una manera espectacular, a pesar de las emigraciones sufridas por muchas y muchos belmezanos, aún, sigue muy vivo dentro de nosotros este pueblo y eso dice, que algo se hizo bien, para que después de tantos años, ese recuerdo y esa infancia siga latente y muy cercana de todos nosotros.
La amistad es la referencia mas importante de la vida, cuando es de verdad y en este caso, todos esos niños de ese colegio y de los otros centros educativos, confirmaron esa bonita palabra de la amistad, y eso como he dicho antes, quedó para siempre y se delata cuando en esas visitas a nuestra referencia, nos encontramos y cómo nos abrazamos.
Fui feliz en aquellos años y lo sigo siendo, cada vez que tengo la oportunidad de vivir acontecimientos con los míos, esos que como yo, estuvieron en esos recreos, en esos pupitres y con aquellos libros ,merendando aquél quesito americano y esa leche en polvo, cantando el mes a MARÍA, y jugando en aquella galería y bebiendo agua en aquél grifo junto a los servicios al que llegábamos sudando desde el recreo, a todos mi cariño y mi afecto, a los que están y a los que tristemente nos dejaron D.E.P.

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