31 de marzo de 2020 | Daniel Solano Sújar
Esa mirada limpia y sus manos abiertas siempre
Un sentimiento muy arraigado, su“Belmez”
Un sentimiento muy arraigado, su“Belmez”
Hay personas que van dejando un rastro hermoso y son portadores de grandes momentos en la vida suya, y son referentes de cariño, respeto, unión para esas familias a las que adoran y son ese factor importante en el desarrollo de esa vida conjunta, y a la vez muy halagüeña a pesar de estar distanciados de Belmez, ya que esa relación siempre intentaron que nunca dejaran de existir, y cuando volvían por su raíces, era todo un esplendor de alegría y satisfacción.
Hoy es un día muy triste para Belmez, se nos fue en silencio, dejando esa gran vacío entre su familia y amigos, son duros momentos, ya que PAQUI ARÉVALO ORTEGA, esposa de Alberto Navarro, era esa belmezana llena de vida, siempre en su continuas visitas a su pueblo que ella tanto quería, veías y notaba como se sentía entre sus hermanos y vecinos de esa calle que ella tanto quería, muchas veces llegaba a Belmez, y ya estaba esa prima suya a la que adoraba, Remedios Rivera Ortega, que se trasladaba a estar con ella desde Madrid, en esas fiestas que a lo largo del año, ellas hacían que ese momento fuera para las dos inolvidables y sé que hoy Remedios y sus hermano Santiaguin y su hermana, están muy dolidos ante este óbito, lo mismo que sus hijos, Maria del Pilar, Rosa María y José Alberto, día muy triste, Paqui y Alberto era ese matrimonio muy querido en nuestro pueblo, desde Ciudad Real, lugar donde vivían, se trasladaban a estar junto con todos nosotros en esas actividades que esta Gran Familia Belmezana de Residentes en Madrid, organizaba durante todo el año, a cuantas actividades acudieron y siempre con esa alegría de encontrarse, con sus amigos y familia, Alberto su marido, una persona muy entregada y la palabra amistad la tenía con un alto nivel de entrega hacia la persona que se la daba y la verdad, una pareja entrañable y muy querida en todo el entorno belmezano.
Son como decía, muy duros momentos, Paqui ,aún era muy joven, una persona sencillamente admirable, siempre con esas palabras dulces de cariño hacia todos sus paisanos y paisanas, su rincón ese lugar llamado Belmez, lo llevó siempre muy adentro, y se sentía muy orgullosa de sentirse belmezana en todo momento.
La vida golpea de una forma brutal, y se nos va, personas a las que te une una verdadera amistad, siempre tuvo esas palabras de apoyo hacia mi persona cuando se me fue mi querida esposa, y la verdad que siempre se lo agradecí, me une a este matrimonio una larga vida de conocernos y tratarnos, y siempre fue una alegría inmensa para mi cada vez que tuve la suerte de juntarme con ellos dos, en nuestro pueblo y en esta ciudad de Madrid, desde estas líneas llenas de afecto y cariño, decir amigo Alberto, e hijos, siento en mi alma este óbito, Paqui, siempre dignificó ese gentilicio nuestro y lo llevo a la práctica, allá por donde ha pasado y orgulloso estamos de de ese comportamiento muy digno que siempre fue su tarjeta de presentación.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo a toda su familia y amigos DE.P. Hasta siempre PAQUI.
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