27 de marzo de 2020 | Eric Toussaint
Para afrontar esta crisis multidimensional, hay que expropiar a los banqueros y socializar los bancos
Los bancos son armas de destrucción masiva
`Es fundamental decir la verdad sobre los bancos`
"Las acciones de los bancos se desplomaron en todo el mundo desde mediados de febrero de 2020. Son los grandes accionistas que se liberan de esas acciones bancarias ya que se encuentran entre las que tienen mayor riego".
Los gobiernos y las autoridades bancarias mienten sistemáticamente sobre los certificados de salud de los bancos. Los grandes medios de comunicación difunden ese falso mensaje porque dependen muchísimo de los bancos que financian una parte de la publicidad, de la que viven. Algunos banqueros o grandes accionistas de los bancos son propietarios de grandes medios de comunicación o de agencias como Bloomberg que informan sobre la situación de los mercados financieros. Los planes de rescate puestos en práctica por los bancos centrales no tienen por fin responder a las necesidades urgentes de poblaciones afectadas por la pandemia del coronavirus. Ya sea en Europa, en Estados Unidos o en Japón, las ayudas financieras masivas otorgadas por los bancos centrales tienen por objetivo principal proteger y rescatar a los grandes accionistas de los bancos privados en particular y el sistema de dominación capitalista en general.
Es fundamental decir la verdad sobre los bancos, y lograr convencer a un número cada vez mayor de personas de que es necesario expropiar a los grandes accionistas de los bancos, es decir a sus propietarios capitalistas
Es fundamental decir la verdad sobre los bancos, y lograr convencer a un número cada vez mayor de personas de que es necesario expropiar a los grandes accionistas de los bancos, es decir a sus propietarios capitalistas. La expropiación debe hacerse sin indemnización y debe permitir la creación de un verdadero servicio público de ahorro, de crédito y de seguros bajo control ciudadano. A eso, el CADTM le llama la socialización completa de los bancos y las compañías de seguro.
Esta medida debe formar parte de un programa más amplio que comporte la suspensión del pago de la deuda seguido de la anulación de las deudas ilegítimas ya sean públicas o privadas, el cierre de las bolsas, la creación de un verdadero servicio nacional de salud público gratuito, la expropiación sin indemnización de las empresas farmacéuticas y de los laboratorios privados de investigación y su transferencia al sector público bajo control ciudadano, la expropiación sin indemnización de las empresas del sector de la energía, para poder realizar, de manera planificada, la lucha contra la crisis ecológica. Y, por supuesto muchas otras medidas radicales y fundamentales, y, prioritariamente, las medidas de urgencia para mejorar rápidamente las condiciones de vida de la mayoría de la población.
La respuesta necesaria a la pandemia del coronavirus debe ser la ocasión de promover una auténtica revolución para modificar radicalmente la sociedad: en su modo de vida, su modo de propiedad, su modo de producción, en los valores que inspiran los comportamientos. Esta revolución se realizará solamente si las víctimas del sistema comienzan a ser autoactivas, se autoorganizan y desalojan o expulsan el 1 %, y sus lacayos, de los diferentes centros de poder para crear un verdadero poder democrático. Una revolución ecologista y socialista, autogestionaria y feminista es necesaria.
La respuesta necesaria a la pandemia del coronavirus debe ser la ocasión de promover una auténtica revolución para modificar radicalmente la sociedad
Los bancos están en muy mal estado, contrariamente a lo que dice el discurso oficial. Pero, atención, no nos malinterpreten. Los bancos como instituciones están en mal estado pero eso no quiere decir que sus grandes accionistas y sus dirigentes no obtengan de ellos grandes beneficios. Por el contrario, una de las razones por lo que están en ese estado lamentable reside en el hecho de que los grandes accionistas y sus principales dirigentes extraen el máximo de dinero de los ingresos bancarios.
Los bancos distribuyeron a lo largo de estos últimos años dividendos muy importantes a sus accionistas. Sus dirigentes están muy, pero muy, bien pagados. Aunque hay una manera indirecta de hacer ganar más dinero a los grandes accionistas: la recompra de acciones de los bancos.
Loa bancos recompran sus propias acciones con el fin de enriquecer a sus grandes accionistas
Una de las técnicas empleadas por los grandes bancos para aumentar los ingresos y el patrimonio de los accionistas consiste en recomprar sus acciones en la bolsa. Estos últimos años, recurrieron sistemáticamente a esta operación, especialmente, y en forma masiva, en Estados Unidos. Si la cotización bursátil de los bancos llegaron a máximos hasta comienzos de febrero de 2020, fue porque los dirigentes de los bancos, con el acuerdo de los grandes accionistas, consiguieron que los bancos compraran, con mucha frecuencia, sus propias acciones, gracias a la liquidez que les dan generosamente los bancos centrales, a coste nulo o ínfimo. Pero ¿a quién los bancos recompraban sus acciones? A sus grandes accionistas ¡Por supuesto! Y eso, a estos últimos, les procura una gran entrada. Expliquemos las cosas simplemente. Tomemos el ejemplo de un gran accionista que compró un paquete de acciones cuyo precio unitario fue de 70. Si la cotización se elevó hasta 100, y el gran accionista vende sus acciones a su propio banco, obtiene 100 por cada acción, y gana 30. En algunos países las «plusvalías» sobre acciones no pagan impuestos bajo el pretexto de hay que estimular a las bolsas de valores.
Una de las técnicas empleadas por los grandes bancos para aumentar los ingresos y el patrimonio de los accionistas consiste en recomprar sus acciones en la bolsa
Incluso es más interesante para los grandes accionistas revender sus acciones a su(s) banco(s) —pongo en plural ya que los grandes accionistas lo son de varios bancos— que recoger dividendos que son susceptibles de pagar más impuestos que una plusvalía debida a acciones. Digamos que los grandes accionistas combinan los dos ingresos: la reventa de una parte de sus acciones obteniendo de esa forma una plusvalía, y logrando dividendos de sus otras acciones.
Los accionistas, en general, aceptan bien el anuncio de una empresa de que recomprará sus propias acciones puesto que las sociedades proponen a menudo una «prima», es decir un precio de recompra superior a la última cotización de cierre de esa acción. Con esta maniobra se incita a los accionistas a guardar sus títulos para ofrecerlos a la oferta de recompra. Lo que, además, tiene la ventaja de hacer aumentar de nuevo la cotización del título en la bolsa.
El hecho de que los bancos recompren sus propias acciones (y por lo tanto anularlas) le ofrece otra ventaja: el volumen de acciones en circulación disminuye, pero, de pronto, la ratio entre el monto de dividendos distribuidos y el volumen de acciones en circulación aumenta. La «rentabilidad» o el rendimiento también aumenta lo que crea artificialmente una demanda para las acciones todavía en circulación, por lo que se venden más caras en la bolsa y la cotización del banco aumenta.
El hecho de que los bancos recompren sus propias acciones (y por lo tanto las anulan) le ofrece otra ventaja: el volumen de acciones en circulación disminuye, pero, de pronto, la ratio entre el monto de dividendos distribuidos y el volumen de acciones en circulación aumenta
Como lo describe el Financial Times, experto en la materia: «La recompra de acciones es neutra, en teoría, para el valor de una empresa ya que cada dólar dado a los accionistas es un dólar de menos en su balance. Sin embargo, una reducción en la cantidad de acciones en circulación aumenta el beneficio por acción —lo que, con frecuencia, hace aumentar su precio— mientras, al mismo tiempo, hace aumentar la remuneración de sus directivos.» [1] (Financial Times, « Bank-ledfreeze on stock buybacks could spread across US market », https://www.ft.com/content/b1fa1688-68f6-11ea-a3c9-1fe6fedcca75 , 20 de marzo de 2020).
Hay que señalar, que entre comienzos de 2009 y fines de septiembre de 2029, los grandes bancos de Estados Unidos dedicaron 863.000 millones de dólares en recompras de sus propias acciones (S&P 500 Buybacks &Dividends - buybackdiv.pdf, https://www.yardeni.com/pub/buybackdiv.pdf, 23 de marzo 2020). Después del sector dominado por Google, Apple, Amazon y Facebook que procedió a recompras de compras por una suma de 1,394 billones de dólares, el sector bancario en Estados Unidos es el que recompró el mayor volumen de acciones, mucho más que el sector industrial o que los sectores de energía y de bienes primarios. El total de recompras en el conjunto de todos los sectores alcanzó en Estados Unidos a más de 5,250 billones de dólares en ese mismo período. Y es uno de los factores principales de la burbuja bursátil. El mismo fenómeno es observable en otros continentes con los mismos efectos.
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