Cuantas personas en el día a día, ejercen y hacen una inmensa labor para la sociedad, en este caso quiero hacerle un pequeño reconocimiento, por todo lo que le dieron a este equipo que llevamos en la sangre, ese Recre que se te mete en las extrañas y ya no lo puedes, ni quieres sacar, ellos tres, conocidos popularmente dentro de sus profesiones y de esa actividad futbolística que tanto dejaron en esos campos de Dios ,en aquellas décadas inolvidables, donde el fútbol caló muy adentro de nuevo en este pueblo deportivo que tanto queremos.
Valentín Payan, ese central con una técnica muy depurada, y que era fundamental en la parte de atrás de este equipo, elegante en el corte y siempre muy bien colocado, un central con todas las garantías, una calidad enorme y amando este ese su escudo de una forma magistral.
Rafael Rivera, empezó jugando de extremo, rápido y muy valiente, luchador infatigable, retraso su condición de futbolista, haciendo una labor de lateral buenísima, marcador nato, iba fenomenal por arriba y esa banda la defendía con toda la garantía, también ejerció de central y como siempre, destacando esa entrega y ese corazón en la defensa de su camiseta, amó al Recre de una manera muy especial, tuvo sus oportunidades de jugar en otras categorías y se quedó en esa su casa y en ese su estadio para siempre.
Camilo Cano, el gran capitán, que marcaba esa otra parte de la defensa, un lateral con muchas actividades futbolísticas y recorrido, rápido, se anticipaba y por arriba iba fenomenal a pesar de no ser muy alto, luchador nato, nunca bajaba los brazos y su labor dentro del terreno importantísima, mandaba, colocaba y ayudaba a todo el mundo en esa demarcación, era todo un crack.
Han pasado muchos años, y su recuerdo es perenne ,este trío de jugadores, si caen en una ciudad grande de este país, hubieran tenido esas grandes oportunidades, porque los tres han sido esos futbolistas merecedores de militar en equipos de otro nivel, a los tres le movía la misma pasión, eran amantes de este deporte, se entregaban a muerte, dejaban lo mejor de ellos cada partido ,y esa formalidad y ese saber estar en la defensa de ese nuestro escudo, quedó mas que demostrado en todos los muchos años que los tres juntos les toco vivir.

Chirri, Rivera y Camilo, esos tres puntales referentes de esa amada época de aquellas finales, son amigo NAVARRO, merecedores de este reconocimiento que le quiero hacer a través de este periódico digital, que en el día a día nos da esa oportunidad de contar y contar, esas experiencias de los nativos y foráneos que de una manera u otra, gracias a su dedicación, hacen posible que en este aso el deporte del fútbol siga y siga, domingo tras domingo, historia, tras historia, dándonos lo mejor de todos ellos, los de antes y los de ahora, que también a través de esta misiva, les quiero agradecer ese amor por el fútbol y agradecerle el esfuerzo que hacen cada vez que se ponen esa dulce camiseta de sus equipos referenciales de nuestra comarca.
Ya termino para decir, que siempre me sentiré muy agradecido a estos tres amigos, compañeros de equipo y que siempre me dieron su mano y me ayudaron en mi tarea deportiva junto con ellos, a la cual le quedaré siempre muy agradecido.

El fútbol en una gran vía de comunicación, y sirve para aunar y aunar esa dulce amistad entre todos, el fútbol me dio lo mejores amigos y que gracias a Dios los sigo conservando, el sentido de la responsabilidad, la entrega, el compromiso y sobre todo la humildad ,siempre fueron esos valores que siempre respeté y si lo haces,llevas ganado mucho en ese terreno, el fútbol es lindo, muy lindo, pero la amistad que nace siempre será perenne y de por vida, y eso lo sigo teniendo con estos tres buques insignias que fueron y son el espejo donde nos debemos mirar muchos..Gracias Chirri, Rivera y Camilo, gracias de todo corazón.

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