Tendríamos tantas cosas por las que darle las gracias que este artículo sería ridículo para expresar todos los sentimientos que nos embargan cuando pensamos en usted: D. Antonio Rodríguez Cerrato.
Las personas que te hemos conocidos y hemos convivido contigo hemos aprendido a amar la música. Eso solo lo consigue una persona como tú que transmite un sinfín de sentimientos cuando su batuta alza al viento para que la orquesta empiece a tocar.
Nuestros comienzos fueron en la cochera de la calle Zorrilla con obras como “El barbero de Sevilla”; “Agua, azucarillos y aguardiente”…muchas horas de ensayos y un gran sacrifico que concluían con conciertos en el centro Polivalente de Peñarroya Pueblonuevo (entre otros) con gran asistencia de público.
Pero no es más de lo que pasa en la vida. Para conseguir una meta es necesario luchar. Luchar y trabajar duro para conseguir lo que nos proponemos. Todas esas enseñanzas las hemos aprendido de ti.
De ti hemos aprendido que nada es imposible, que la ilusión y el trabajo por alcanzar un sueño lo puede todo y sobretodo que la música es un lenguaje universal que acompaña al ser humano desde su nacimiento siendo un ingrediente más en la vida.
Desde estas líneas que me brinda el periódico me gustaría dirigirme a todas las personas que en la actualidad forman parte de la Orquesta de Pulso y Púa Rodríguez Cerrato:
“Me gustaría que os sintierais afortunados por lo que hacéis, porque escuchar vuestra música es un regalo para todas las personas que hemos formado parte de este bonito sueño. “
“Aprendamos que después del silencio lo que más se acerca a expresar lo inexpresable, es la música.”
Por eso, maestro Cerrato, me he atrevido a ofrecerle mi homenaje.
Siento que hemos aprendido muchas cosas de la vida a tu lado. Hemos aprendido a valorar las cosas, a sentirlas, a transmitirlas…
Por eso cuando la vida me regala momentos amargos pienso en esa cochera, en esas horas de ensayo, en esa lucha constante por sacar esa pieza musical adelante….
Pero también me acuerdo de ti cuando la vida me da motivos para estar feliz. En esos momentos recuerdo esos grandes conciertos que hemos compartido.
Por haber sabido hacer de nosotros las personas que somos ahora te doy las gracias.
Porque el mejor homenaje que puede hacerse a las personas buenas es imitarlas, espero que muchas personas sigan sus pasos.
Muchas gracias.

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