9 de diciembre de 2019 | Daniel Solano Sújar
Tiempos de juventud
Amistades que nacieron y siguen muy vivas
Amistades que nacieron y siguen muy vivas
Que añorada es siempre esa palabra de juventud, cuantos y cuantas incidencias, recuerdos, y días nunca olvidados, esos días que sirvieron para unirnos mas y mas en esa bonita palabra de la amistad, sinceramente cuando te entregas en cuerpo y alma a dar de ti lo mejor, eso se queda para siempre en todo ese grupo humano, que en esos años recordados, fueron parte importante de las vivencias, y que las llevan en su corazón.
Cuando aún sigues conservando esa dulce amistad, esos años los tienes continuamente en tu mente, esas anécdotas, esas primeras salidas con amigos y ese tiempo que pasó rápidamente y en un pis pas, voló, en la añoranza está ese bonito recuerdo y esos días de felicidad compartida, esos paseos por nuestro parque, ese cine de invierno y de verano, esos carnavales, esos días de estudio en esas escuelas públicas y en el convento de nuestras monjas, presentación de María, esos primeros bailes, esas reuniones donde dimos nuestros primeros pasos con ese chico guapo y chica guapa que tanto nos gustaba, cuanta verdad había en esas situaciones, esos días de pascuas, que bien lo pasaban la juventud, esos juegos del pañuelo y otros, esas miradas comprometidas y sobre todo ese bonito ambiente que tenía ese pueblo que tanto queremos y que hacía que esos días de campo fueran para algunas y algunos ese preludio de un nuevo tiempo de amor, como se disfrutaba en ese espacio, esa finca de los Mestos, cuanto disfrutamos todos en ese lugar.
Hay tiempos imposible de olvidar, BELMEZ, si tuvo esa esplender, ese lugar tiene algo y especial que te deja enganchado, y a todos los que tuvimos la gran suerte de nacer bajo ese cielo azul transparente y otros que no nacieron pero que se criaron junto a nosotros, tienen ese mismo recuerdo, esas calles blancas, ese tato especial y esa amiga que hoy desde la distancia la sigues recordando con ese cariño y esa devoción, Belmez, sufrió mucho en esas malditas emigraciones y gracias a Dios, no consiguieron que sintiéramos ese desarraigo y a pesar de la distancia, de donde estamos casa uno y una, seguimos amando esta bonita tierra nuestra, esta tierra de los nuestros, de los que ya nos dejaron, pero que nunca dejaran de estar con nosotros, ellos y nosotros, seguimos muy unidos en la defensa de nuestro patrimonio y a pesar de la dura y difícil distancia, seguimos queriendo a nuestro pueblo.
Esos tiempos de juventud, dejaron plasmados, esos grandes momentos que recordamos en nuestras ciudades, en nuestros pueblos, donde hoy nos sentimos emigrados, pero la vida y el amor a Belmez sigue muy intacto, eso nunca no, nos lo podrán quitar.
Este escrito va dirigido a este grupo de belmezanas que desde su lugar de origen en este momento, después de la emigración, siguen unidas y amando esa tierra nuestra, BELMEZ, en su corazón y son parte importante en el sentimiento a sus amigos y amigas, que nunca dejaron de estar junto a ellas.
Belmez, os quiere.
Comentarios
No existen comentarios para esta publicación
Deja un comentario