28 de octubre de 2019 | Daniel Solano Sújar
El respeto a su fútbol, ese que tanto nos regaló
Compañero dentro y fuera del terreno de juego
El respeto a su fútbol, ese que tanto nos regaló
Hay personas que cuando ejercen una actividad deportiva, lo hacen de una forma muy seria y van dejando ese cachet que hace que te sientas muy feliz viéndole jugar, y si has tenido la suerte de tenerlo como compañero, ahí salta esa satisfacción de haber vivido junto a él, momentos futbolísticos muy importantes, porque en el deporte del fútbol, no es todo triunfos, victorias, también están ese lado menos animoso, pero que hace que ese momento, también sea de aprendizaje, se aprende mas en esto del fútbol con las derrotas que con las victorias, porque ahí ya te forjas mas y mas, y cuando de nuevo saltas a ese estadio, a ese campo donde desde el minuto uno, empiezas con esa base de buscar la victoria, la consigues gracias a esa humildad aprendida de la derrota anterior.
Hoy como no puede ser de otra forma, quiero hacerle un pequeño homenaje a ese gran fútbol que desarrolló desde ese centro del campo, donde dejó plasmado su calidad técnica muy depurada, esa visión de juego, ese pequeño toque al que nunca llegaba el marcador contrario, y desde mas cincuenta metros la colocaba con ambas piernas, buscando al delantero mejor situado, que ya lo había visto con el rabillo del ojo, en ese momento que levantaba la cabeza y dirigía a nuestro Recre de una forma brutal.
ALEJANDRO ROMERO JIMÉNEZ, el segundo hermano de los tres que siempre jugaron en nuestro Recreativo Belmezano y dejaron esa historia deportiva en lo mas alto.
Alejandro, siempre fue ese jugador que te gustaba verlo, todo lo difícil lo hacía fácil, su fútbol impresionante, y uno de los conceptos futbolísticos mas importante que solía tener, era el de la humildad, un jugador con altos valores que hacían de él, ese jugador importantísimo para el esquema de su entrenador, y domingo tras domingo, donde jugaba, dentro y fuera, dejaba ese recuerdo entre la afición que era el cometario posterior de esas charlas deportivas, en referencia a la actitud en el terreno de juego.
Alejandro Romero es un hombre de fútbol, nos dio mucho como jugador, también lo hizo como entrenador de esos chicos jóvenes, esas perlas que iban saliendo y bajo la dirección de este gran técnico, les abrió el libro del fútbol y en esa caseta, le iba enseñando poco a poco todo el entresijo que lleva el ser futbolista del equipo representativo de su pueblo, de ese Recre, que tanto todos queremos.
Siempre he dicho y lo he manifestado muchas veces, los hombres del fútbol, para el fútbol y en este caso este pedazo de jugador, excelente persona, muy preparado y formado, tenía ese don, para darle a los chavales a través de sus tácticas, las mejores charlas sobre los esquemas a representar en el terreno de juego, en una palabra, un entrenador diez y así lo dejó mas que demostrado en todo ese tiempo que dirigió a ese equipo juvenil, del que tanto recuerdo tiene.
En la vida, a veces tienes esa gran suerte de tratar y conocer a personas con ese alto nivel, de todo esto que se llama fútbol, y nunca dejas de agradecérselo, porque en ese tiempo, dejó plasmado todo lo que significa esa bella palabra llamada fútbol y lo hizo desde la calidad humana, desde su gran sapiencia y sobre todo desde ese apartado muy importante como es la humildad, en eso Alejandro Romero, siempre era de matrícula de honor.
Antes de terminar, quiero agradecerle al periódico digital Infoguadiato.com, por esa gentileza de ofrecer sus páginas, para comentar todo lo que en el día a día concierne a nuestra comarca en todas esas actividades deportivas, políticas, religiosas y de otra índole y que gracias a su buena disposición lo podemos contar.
Y termino dándole las gracias a este gran belmezano, excelente jugador y entrenador, por todo lo que nos diste amigo Alejandro, desde Madrid, un fortísimo abrazo.
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