El Gobierno sigue evitando responsabilidades

El 24 de julio de 2013 quedó grabado en la cabeza de todos los españoles tras ver en directo el trágico accidente ferroviario del tren AVIA 04155 Madrid-Ferrol en la curva de A Gandeira de Angrois, a las puertas de Santiago de Compostela.
Un accidente que se podía haber evitado, si los responsables de turno no hubieran sido tan rácanos y especuladores, escatimado en medios técnicos tan obvios y necesarios como son los sistemas de seguridad automáticos, causando con su ineptitud, la muerte a 80 personas y 144 heridas, de los 224 pasajeros que iban en el tren.
Es triste, pero aquí en España nadie asume sus responsabilidades, es más, a los responsables políticos de que ocurriera el accidente, se lo “compensaron” asignándoles otros cargos destacados, cuando lo mínimo que tenían que haber hecho, si tuvieran un poco de humildad, era dimitir de los cargos de responsabilidad que tenían en el momento del accidente. Ellos tuvieron mucha culpa de que eso ocurriera, al permitir lo que permitieron, se cree que por haber muchos intereses económicos, con contratos millonarios por medio, en Brasil y Arabia Saudita entre otros, para que concedieran la construcción de líneas de Alta Velocidad y suministros de material.
No seré yo, si a estas alturas no lo ha hecho un juez, el que ponga nombres y apellidos, aunque podría hacerlo, a todos los responsables de la cadena de fallos que llevó a no colocar precisamente en ese tramo el sistema de frenado automático, que hubiera evitado, si o si, el trágico accidente de Angrois.
Tras casi seis años de espera, a las puertas de que comience el juicio oral, lo únicos investigados hasta el momento son, el maquinista Francisco José Garzón Amo, como responsable directo y al que era Director de Seguridad de ADIF, Andrés María Cortabitarte, como responsable final de que por ahorro de tiempo e intereses de imagen, ese tramo no contara con dicho sistema de seguridad automático.
Sea como fuere, está demostrado que el maquinista iba atendiendo una llamada de trabajo y se despistó en la fatídica curva, pero los técnicos que no le dieron importancia a ese sistema de frenado automático, antes de quitarlo tan alegremente, tenían que haber previsto como mínimo un posible desfallecimiento del maquinista por diversas causas, con lo que de haberlo hecho así, hubieran evitado que 80 personas perdieran la vida y 144 resultaran heridas, algunas de ellas, seis años después aún tiene secuelas, físicas y psíquicas.
Intereses económicos internacionales aparte, a estas alturas de la historia, el Gobierno, antes del PP y ahora del PSOE, tanto monta, monta tanto, siguen evitando como mínimo las responsabilidades morales con las víctimas, aparte de que también están evitando las indemnizaciones millonarias que deben abonar a los damnificados.
Conozco un caso de una funcionaria de educación, muy cercana a mí, que tras recuperarse físicamente de sus múltiples heridas, tras casi dos años convaleciente, le adjudicaron nuevo destino de trabajo, sin tener en cuenta que para llegar al mismo desde su domicilio, tenía que coger a diario el tren, al ser este el único medio de transporte público que tenía para llegar a un lugar tan retirado de su casa. Tras alegar que mentalmente aún no estaba preparada para montar en un tren, le negaron en varias ocasiones de forma sistemática, por activa y por pasiva, la solicitud de cambio de destino. Nunca tuvieron en cuenta que psíquicamente, aunque estaba curada, tenía que hacer un gran esfuerzo mental para montarse de nuevo en un tren. Tras pelear mucho este tema, al final le cambiaron el destino.
Vergonzoso pero cierto… el Gobierno evita sistemáticamente su responsabilidad. Ampliar comentarios | Deja un comentario