28 de septiembre de 2018 | Daniel Solano Sújar
Desde esa silla, y con esas baquetas, que bien suena esa batería
La percusión, sinónimo de un sentimiento musical inolvidable
Desde esa silla, y con esas baquetas, que bien suena esa batería
Que años aquellos, de esas décadas de los sesenta-setenta, donde la música marcó esa bonita época, cuantos movimientos juveniles, y cuantos grupos y grupos empezaron hacer su música, y como sonaban, eran tiempos de aquellos que nos dejaron una huella inolvidable, referentes de todos los jóvenes del mundo, THE BEALTLES Y ROLLINGS STONE, marcaron la pauta y esos conciertos en España, fue ese gran tirón para la gente que adoraban esa nueva música.
Cuanta verdad, se leía en esas partituras, la expresión musical a tope, y que grandes discos fueron sacando esos dos grandes conjuntos.
Hoy quiero recordar y a la vez, hacerle un pequeño reconocimiento a un persona, perteneciente a un grupo musical de nuestro pueblo, que en sus actuaciones dejaron ese bonito recuerdo de un trabajo muy bien hecho, desde muy pequeñito este chico de la calle la Nava belmezana, sentía en sus adentros ese sentimiento por la percusión, ágil en sus movimientos y muy cercano en sus apreciaciones musicales, ALEJANDRO MONTES RAMÍREZ, el chico de la sangla, u otra marca, le encantaba las motos, y la verdad tuve muchas oportunidades de subirme en esa parte de atrás de paquete y sentir esa magnifica sensación que uno le toca vivir en esos momentos.
Alejandro, fue ese gran batería de ese grupo nuestro belmezano de Imperiales, cuanto bueno nos dejaron y nos siguen dejando, cuando se vuelve a reunir, y logran integrar a todos ya, estos carrozas y nos hacen pasar un rato inolvidable.
IMPERIALES, marcaron un tiempo muy importante en nuestra comarca y fuera de ella, su música nos alegró la vida de joven de aquellos inolvidables años, y aún siguen en nuestro recuerdo y eso si que es importante, cuanto nos dieron y cuanto bueno no dejaron.
Alejandro, como muchos otros belmezanos, encauza su vida laboral, como no podía ser de otra forma, y busca nuevos destinos laborales, durante esas jornadas de trabajo en activo, su segunda actividad era el no perder contacto con esa música que él siempre lleva adentro, junto con el nunca olvidado Manuel Ramirez, se integra en la casa de Andalucía de Leganés, haciendo una labor increíble en esos años de actividad, Alejandro sigue el pié del cañón, y ese otro grupo de raíces andaluzas, Bajoguía, diserta y toca esa percusión entre los cantes y sentimientos que expresan en esos ratos de ensayo y actuación dejando el pabellón belmezano siempre en lo mas alto.
En la vida, siempre voy a estar al lado de todas esas personas altruistamente hacen que los demás nos sintamos muy felices y orgullosos de esa forma de ser, Alejandro Montes, es esa clase persona que siempre puedes contar con él, para cualquier actuación que se necesite hacer en pro de asociaciones, y grupos sociales, esa silla de esa percusión, desde ahí se siente el hombre mas feliz del mundo, eso lo lleva en sus genes, la música la lleva como referencia de un buen estado, y con esas baquetas u escobillas, y todos lo que rodea a ese instrumento, hacen que el tiempo se pare, su entrega y su buen hacer, le hace ser ese gran profesional de esa percusión, y es un lujo verlo, detrás de esa batería metido de lleno en todo lo que lleva ese concierto.
Ya y antes de terminar, sólo me queda decirte, que siempre fue un placer, el haber compartido contigo, mucho tiempo de jóvenes y de mayores, que es una gran satisfacción, el poder seguir siendo tu amigo, y como tal, te deseo lo mejor para toda tu vida, ALEJANDRO, siempre a tu lado, gran Maestro, tu percusión y tu gran calidad ahí desde esa silla, siempre con los belmezanos.
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