De nuevo las campanas de la iglesia de nuestro pueblo, tocan a sepelio, son días muy tristes, y mas cuando nos deja, esa clase de persona, atenta, cariñosa y una mujer con unos valores increíbles, una madre, luchadora, que siempre estuvo muy atenta a todo lo que necesitaban sus hijos, hace ya mucho tiempo que estaba viuda, y ella con su amor y esfuerzo sacó fuerzas de flaqueza, era ese fiel ejemplo de cómo hay que estar sin dudarlo al lado de su familia, por eso era esa persona tan querida, por la misma familia y por todos su paisanos y paisanas, JOSEFA JIMÉNEZ JARILLA, nos ha dejado en silencio, ese espíritu de trabajo y abnegación hacia los suyos, le hizo ser esa mujer a la que tanto quiere el pueblo de BELMEZ.

Cuando en la vida, tienes ese fenomenal comportamiento, que esto lo lleva en sus genes toda esta gran familia belmezana, éste óbito, se siente en el alma de todos aquellos que hemos tenido la gran suerte de haberla conocida y tratada, su educación exquisita, su disposición siempre para estar ahí cuando se le necesitaba y la verdad era esa clase de madre y hermana que toda familia quiere tener.

JOSEFA, Pepi, como le llamábamos, fue siempre ese referente ante su hermano y hermanas, su sonrisa le llevaba siempre consigo y era de esa clase de persona que te alegras toda la vida de haberla conocido, decir que tuvo la mala suerte de enviudar muy joven, pero ella fue ese ejemplo del que nos tenemos que mirar muchos, de cómo supo sacar a su familia para adelante y la verdad, que nunca bajo los brazos, siempre estaba en ese sitio donde se le necesitaba, una mujer sencilla y extremadamente amable y cordial con todos sus paisanos y amigos, por eso era tan querida.

Desde estas líneas llenas de cariño y respeto hacia ella, tengo que decir, que hay personas que hacen grandes a los pueblos donde viven, y en este caso PEPI, ha dejado una huella irrepetible entre todos sus vecinos y paisanos.

Ahora ya está junto a su hermano Alonsín, Antonia y demás familia, y ahí desde ese inmenso cielo en ese lugar preferencial por todo lo que nos dio a todos en esos años de vida terrenal, seguirá protegiendo a su seres mas queridos y que son muchos, todos ellos, en estos duros momentos sentirán ese enorme vacío que ha dejado esta gran mujer, excelente Madre, maravillosa hermana y muy importante para toda su familia.

Ya termino, pero antes quiero decir, que en estos momentos, sólo puedo darle las gracias a Dios, por haberme dado la gran oportunidad de conocer y tratar a esta maravillosa mujer, y que me siento muy orgulloso de ella, por ese fiel comportamiento siempre hacia lo suyos.

D.E.P. PEPI..Te querré toda mi vida.

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