7 de agosto de 2018 | Daniel Solano Sújar
Cuanto le dio a su pueblo
Una sonrisa que se quedó con nosotros
Cuanto le dio a su pueblo
Hoy de nuevo se volvió a escuchar ese sonido de las campanas de nuestra iglesia, que nos avisa de ese óbito, la verdad está siendo una semana muy intensa y triste, BELMEZ, está consternado ante esos óbitos ocurridos en estos días, cuando se te va la vida en un pis pas, no entiendes ciertos fallecimientos, y mas cuando ocurre en personas muy jóvenes, como esta última de ese terrible accidente que nos ha dejado a todos sin palabras, Dios lo tenga junto a él en ese inmenso cielo.
Hoy se nos fue ese belmezano amable, cariñoso y siempre leal a su amistades y familia, un hombre que nunca dejó de trabajar en su vida, siempre dispuesto para todo y un marido excepcional y un padre maravilloso, JULIO CANO MEDINA, en sus tiempos de joven fue minero y trabajo en todo y de todo, siempre le veías con su moto, de aquí para allá y la verdad era esa persona muy querida, su bondad le hacia ser ese amigo que uno siempre quiere tener, cuantas visitas a ese huerto y como disfrutaba de él, el fútbol también era parte de su vida, su Real Madrid,cuantos viajes hizo con esa peña madridista belmezana, JULIO, era ese belmezano que trasmitía una sensación inigualable de sentirte muy a gusto junto a él, tuve la gran suerte de tener mucha relación de amistad, siempre que venía a BELMEZ, tenía la oportunidad de charlar con él, y la verdad que en estos momentos de su óbito, uno siente ese gran vacío, JULIO, siempre tenia esa sonrisa que se la dedicaba a todos sus vecinos y amigos, y en todo el entorno belmezano era una persona muy querida.
En su vida laboral, dejó esa impronta de un compañero, al que siempre se le recordó su buen hacer, un trabajo duro en esa mina y siempre dispuesto para lo que lo necesitaran.
Hay personas que en su vida social, se hacen imprescindibles, por su forma de ser, y en este caso, este hombre ha dejado una gran huella y un legado muy importante en comportamiento cívico entre su familia y convecinos.
Se suele decir, y sinceramente pienso que se está equivocado, cuando se dice, que cuando fallece alguien, todo es bueno, pues en este caso Julito es esa persona entrañable que nunca tuvo un momento desagradable con nadie, que fue fiel a sus principios y que en esa vida social y cotidiana, era esa persona a la que todo le mundo apreciaba.
Ahora en estos duros momentos, sólo me queda decirle a su mujer e hijos, que sólo tengo palabras de agradecimiento hacia vuestro marido y padre y que fue siempre un placer el haberlo tratado y que ha dejado una gran huella en toda mi familia, ya que su comportamiento hacia los míos fue siempre ejemplar.
Ya termino, dándoles el pésame a todos los familiares de estos belmezanos que nos han dejado en esta semana tan triste para todos, siempre los tendremos en nuestras oraciones y plegarias D.E.P. ALFREDO RUIZ Y JULIO CANO.
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