Que añoranzas de unos tiempos ya pasados, pero que fueron parte muy importante en la vida cotidiana de nuestro pueblo, donde la principal causa, era ese trato cariñoso en esa gran forma de atender, Belmez contaba con unos diez mil habitantes y en todas sus calles había esas tiendas de diferentes modelos de ventas y en todas ella se vivía esa profesionalidad y ese buen gusto en el trato con los clientes, de verdad uno mira hacia atrás y siempre agradece el haber compartido esos momentos, en el recuerdo siempre están y en las tertulias que nacen de esas reuniones de amigos, aparece ese fenómeno de lo que era y fue nuestro pueblo en ese tiempo.

Hoy le quiero dedicar a un profesional de aquellos tiempos mencionados, unas líneas llenas de respeto hacia su persona, ya que de la misma manera que su querido padre, madre y hermanas, fueron en ese local de la calle Córdoba, casa Antonio Ríos, ese punto de venta que tanto le dio a Belmez y a sus vecinos, esa dedicación en la exposición de plasmar esa venta, cómo te atendía, que educación en ese comentado trato y esto es base importante en esas relaciones entre el cliente y el profesional, y ahí quedaba demostrado cada día y cada hora que ese negocio estaba abierto, esto también lo quiero trasladar a los demás negocios, que estuvieron en esa época y que hicieron un gran servicio a su pueblo a través de sus empresas.
ANTONIO RIOS, hijo, es esa clase de persona que estuvo todo la vida junto a su padre y familia en ese local mencionado, dejando siempre esa calidad humana, en momentos muy difíciles para las personas y ahí encontraban todo lo mejor para ellos y ellas, ANTONIO, aparte de esa situación laboral, hizo un gran trabajo en el Peña madridista del Real Madrid, desde su fundación, un trabajo inigualable junto a su gran amigo y Presidente durante muchos años, unos veinte y pico,
ahí estuvo haciendo cada día esta peña madridista belmezana mas grande y con unos registros muy grandes en cuanto a sentimiento, trabajo y compromiso con la citada peña, cuantos viajes alrededor de nuestra geografía y esas visitas continuas anuales a ese estadio del Santiago Bernabéu, cuantas jornadas de triunfos, tuvieron la gran suerte de estar, ANTONIO RIOS, era un gran referente de cómo se trabaja por su peña y la verdad que en todo ese tiempo le dio a su pueblo lo mejor de él, en este servicio de la Peña Madridista y lo mejor de él, en esas jornadas laborales que tanto años disfrutó junto a su querida familia en esa tienda de esa calle Córdoba de nuestro pueblo.

Bueno la vida sigue pasando y pasando y los recuerdos se quedan en las entrañas de todos, ahí sigue ese bello recuerdo de todas estas personas que como Antonio Ríos, trabajaron con toda intensidad para darle a BELMEZ a través de sus negocios lo mejor de ellos y me consta que lo consiguieron, gracias de todo corazón por todo lo que nos diste en esos días de trabajo que tanto disfrutamos con todos vosotros.

Desde Madrid, un fortísimo abrazo D. ANTONIO RIOS.

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