19 de marzo de 2018 | Daniel Solano Sújar
Un alto nivel de fútbol le acompañaba
Su integración en el bloque futbolístico, digno de mención
Un alto nivel de fútbol le acompañaba
Bueno, cuando uno empieza a comentar algo sobre las vivencias que ha tenido a lo largo de la vida, siempre intento ser una persona educada y respetuosa hacia los comentarios que expongo, son niveles de punto de vista míos, y es lo que yo he matizado en ese tiempo que disfruté con toda mi alma en esos años que me vestí de corto e iba en las alineaciones de ese gran equipo que dejó en mi persona un bello recuerdo.
Cuando llegas a un club, y se te abren las puertas, lo primero que uno piensa en sus adentros, es intentar dar de ti lo mejor para ellos, y bueno, nunca defraudar, ser esa persona objetiva y muy dispuesta para todo lo que ese club te pueda necesitar y en todo ese
tiempo que tuve la gran oportunidad de vestir esa camiseta con el gallo encima del pozo, esa camiseta se quedó para siempre conmigo.
La vida está llena de recuerdos, y es muy agradable el poder recordarlos y comentarlos, hoy tirando de ellos, quiero con todo mi cariño y con todo el respeto del mundo, ya que tenemos esa gran oportunidad de exponer en este periódico digital Infoguadiato.com, el acercar a sus paginas estas vivencias, y hoy estas líneas van dirigidas a un jugador emblemático, una persona que cuando se vestía esa camiseta pozoalbense se dejaba el alma en esas funciones deportivas, su calidad incuestionable, muy listo y con un regate en corto sensacional, el fútbol lo hacia de cine, su visión de lo que ocurría en ese momento era tremenda, y siempre estaba situado en el sitio exacto donde un jugador se debería de colocar.
PEPE CASTILLEJO, futbolísticamente conocido como “Castillo”, un jugador entregado y a la vez muy generoso con su fútbol, era todo un ejemplo de deportista, sinceramente lo dejaba plasmado domingo tras domingo, su educación exquisita en todo momento, era un clamor, una persona que en ese terreno de juego, aparte de sus grandes cualidades, era muy admirado por sus contrarios y por el equipo arbitral, esto siempre lo dejó muy claro, y era ese referente de dignificación de lo que debe ser un futbolista,
Como decía al principio, en la larga vida de todos, tenemos oportunidades de conocer a personas y compañeros que en el día a día hacen mas grandes a los clubs donde pertenecen y en este caso que me ocupa, CASTILLO, dejó ese bello recuerdo, en ese vestuario, en ese club y en ese pueblo donde siempre será recordado por su gran educación deportiva y su saber estar.
Ya termino, y sólo me queda decirle a mi gran amigo Castillo, que suerte tuve de tener esa gran oportunidad de vivir contigo momentos inolvidables en ese C.D. Pozoblanco, que tanto queremos y estar junto a ti, en esas alineaciones que domingo tras domingo dejábamos patente.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo amigo Castillo.
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