19 de marzo de 2018 | Daniel Solano
Ese escudo pozoalbense lo lleva en su corazón
Era un constante trabajador en ese Virgen de Luna
Ese escudo pozoalbense lo lleva en su corazón
Cuantas vivencias ha tenido y vivido ese terreno de juego, cuanta gente sentada en esa tribuna y en esas gradas, disfrutaron en aquellas décadas de hace ya muchísimos años, pero que nunca fueron olvidados ni un minuto, cuantos muy buenos jugadores pasaron por ahí, de ese pueblo y pueblos de ese espectacular valle de los pedroches y bueno también de Córdoba capital, que se ponían con todo orgullo esa zamarra, para defender ese gran escudo, fueron muchos a largo de la vida deportiva de este pueblo y la verdad que es un verdadero sueño el haber tenido la gran oportunidad de saltar a ese terreno entrañable de ese campo de fútbol, donde las vivencias siempre serán inolvidables y nunca dejaran de ser recordadas.
Hoy me toca comentar y lo hago con todo mi cariño, esa gran labor que hizo en ese núcleo de jugadores, el jugaba donde lo sacabas y se dejaba el alma en su juego y en la defensa de ese escudo de su querido pueblo, ANTONIO FERNÁNDEZ, era ese jugador obediente que seguía las directrices del entrenador al pie de la letra, con una gran capacidad y una carrera explosiva que se iba de los rivales que le marcaban de una forma sensacional, Antonio, era ese luchador nato y muy ganador, como trabajaba en esos espacios y nunca volvía la cara, ANTONIO, en su oficio trabajaba duramente, pero eso no era óbice para la llegada del encuentro, él procuraba estar en forma y soñaba con ese partido a disputar, Antonio era un ejemplo de cómo hay que querer a un club, lo hacía desde el minuto uno, cuando se subía a ese autobús de Tirado, camino del estadio donde ese domingo tocaba jugar, en ese viaje, ya empezaba hacer vestuario, una persona que lleva muy adentro ese escudo, y con su gran calidad futbolística lo dejó patente en esos estadio de nuestra provincia de la misma manera que lo hacía todos esos domingos que le tocaba saltar a ese pedazo de terreno de nuestro Virgen de Luna, que llevamos en el corazón.
Hay futbolistas y deportistas que engrandecen a sus deportes y en este caso que me ocupa, decir que Antonio, era y es ese claro ejemplo de comportamiento y con su aportación dejó muy claro el sentimiento de amor hacia esos colores que él tanto quiere, la vida sigue pasando, pero en nuestros recuerdos siempre estarán esas fechas de esos años inolvidables.
Termino, diciéndole a mi compañero y amigo Antonio Fernández, que para mi
fue un gran placer el estar contigo en ese vestuario aunando esfuerzos para seguir defendiendo a nuestro equipo en esas tardes y mañanas de fútbol de aquellas inolvidables décadas.
Gracias Antonio, por todo lo que nos diste y que fue mucho, un abrazo desde esta ciudad de Madrid.
Daniel Solano Sújar
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