26 de febrero de 2018 | Daniel Solano Sújar
Sus manos y su corazón siempre abiertos
Una sonrisa es su seña de identidad
Sus manos y su corazón siempre abiertos
Cuantas personas hacen esa gran labor cotidiana en el mayor de los silencios, cuantas personas son admirables por ese sentimiento de arraigo y cariño para con los demás, cuantas personas trabajan y trabajan buscando esas soluciones, para que todos tengan lo que necesiten, cuantas personas se dejan la vida intentado hacer esa gran labor de cohesión entre todos y cuantas personas buenas, se nos van y se llevan el amor y el cariño de todos.
En esta dura vida, hay situaciones de todo tipo, a veces uno no está preparado para tal fin, y cuesta entender lo que te ocurre alrededor, situaciones que te dejan si ganas de vivir, pero que con el cariño y amor de la familia, se va saliendo poco a poco.
A lo largo de la vida te encuentras de todo y bueno hoy quiero agradecerle el enorme amor y trabajo que en toda su vida supo aguantar y que se hizo muy grande al lado de su querida madre, las dos solitas supieron estar muy juntas y recuperarse de esos duros momentos de angustia ante la falta de esos seres queridos que se fueron muy temprano y que le hacía mucha falta en esos duros momentos.
MARIA VICTORIA GARCÍA NOGALES, esa niña mujer de la calle Santa María, ahí en esa calle emblemática de nuestro pueblo, ahí en ese local muy querido por todos los belmezanos, se forjó y se formó como mujer, ella después de sus años de estudios de docente, trabajo en lo que a ello le gustaba, ese colegio donde impartió clase durante muchos años, dejando ese sello de una capacidad intelectual importante y sobre todo una “profe”,
muy querida en ese entorno del colegio y fuera de él.
María Victoria, es esa clase de persona muy activa, después de su jubilación y anteriormente siempre estuvo trabajando en pro de los demás, ayudando en toda clase de tareas religiosas, abriendo sus manos y su corazón en todo momento, una persona muy cercana y en silencio como decía al principio de este escrito, cuantas actividades en relación a esas campañas de ayudas para todas esas personas necesitadas, cuantos días y cuantas horas, nunca miró el reloj, nunca dijo que no, y siempre la encontrabas trabajando y trabajando para que todo el mundo fuera feliz.
Sé lo que adora, esa ermita de su calle, esa ermita del Castillo, sé lo que siente cuando entra en su interior, sé lo feliz que siempre ha sido, cuando se ha hecho algún evento en solidaridad con
esa mencionada ermita, ella nunca dejó de estar ahí, ayudando y ayudando, y esto de verdad es para quitarse el sombrero ante esta guapa belmezana a la que quiero y adoro.
Hay personas que por su forma de ser, todos los días hacen pueblo, personas muy competentes para activar esa vida social de nuestro pueblo y en esto, María Victoria, lo lleva haciendo durante muchos años y eso es para agradecérselo y yo lo quiero hacer a través de estas líneas llenas de cariño y respeto hacia ella.
Desde este periódico digital Infoguadiato.com, quiero decirte amiga, que me siento como belmezano muy orgulloso de ti, que seas esa paisana y amiga a la que aprecio muchísimo y que tu sonrisa nunca se te acabe, hay momentos en la vida que son necesarios estas palabras, porque son dueñas de todo lo que tú siempre
has regalado a tu pueblo, con ese fenomenal comportamiento y entrega y esto, muchos belmezanos y belmezanas te lo agradeceremos de por vida, nunca cambies amiga, nunca cambies MARÌA VICTORIA GARCÍA NOGALES.
Desde Madrid, te reitero las gracias por todo lo mucho que nos diste y que fue siempre ejemplar.
Comentarios
Rafa Ismael
28-02-2018 17:52:16
Esta señora maestra, se ha jubilado dando clases en El Colegio Presentación de María y sigue dando c...
AMAYA ALONSO SAN JOSE
27-02-2018 21:01:53
Un maestro o un profesor, tiene que estar realmente orgulloso y feliz cuando tras el paso de los año...
Rafi Benavente
26-02-2018 22:51:19
Una gran mujer,una gran maestra,catequista y lo mas grande una gran belmezana.Todos nos sentimos org...
Rafa Ismael
28-02-2018 17:52:16
Esta señora maestra, se ha jubilado dando clases en El Colegio Presentación de María y sigue dando catequesis y cariño.
AMAYA ALONSO SAN JOSE
27-02-2018 21:01:53
Un maestro o un profesor, tiene que estar realmente orgulloso y feliz cuando tras el paso de los años, sus alumnos lo recuerdan con cariño y gratitud. Como muestra ahí tenemos a nuestra querida Sor Manoli, del colegio de religiosas Presentación de María de Peñarroya-Pueblonuevo, al que todas sus alumnas queremos y recordamos con mucho amor.
Sin embargo, no es el caso de la protagonista de este reportaje, más conocida entre sus alumnas como “La Déspota”, “La Sargento” (y algún mote más que no diré porque roza el insulto). Es evidente que la persona que lo ha escrito es amigo personal de ella, con lo cual no es objetivo a la hora de escribirlo.
Mi experiencia con ella, así como la de muchas de sus alumnas que han pasado por sus manos (me consta), no puede ser más nefasta, desagradable, triste y hasta terrorífica, haciendo que ir a su clase fuera una tortura y una angustia continua.
Esta “maestra-catequista” es de ese tipo de personas que cuando ven a una persona débil o con problemas (aquí hablamos de niñas de 12 y 13 años), en vez de ayudarla, la pisotea la cabeza hasta hundirla, ridiculizándola delante de sus compañeras y haciéndole la vida imposible, como fue en mi caso y seis años después lo hizo de nuevo con mi hermana cuando la tuvo de tutora en 7º de E.G.B.
Esta mujer a la que llaman en el reportaje “de manos y corazón siempre abiertos”, tal día que preguntaba la lección y ante errar yo en la fecha de un acontecimiento histórico, su respuesta fue: “¡tu abuela!”. Al pedirle que no me faltara al respeto, de nuevo su contestación (xenófoba) fue: “¡tú te callas etarra de mierda y te pones ahora mismo en la pared!”…. Tal y como lo leen…ésta fue una de sus tantas “perlitas” que tuvimos que aguantar más de una alumna tanto en 7º como en 8º de E.G.B.
Si esto pasa hoy en día, esta persona habría sido expulsada, pero en ese momento, la Madre Superiora Sor Irene, me llevó a su despacho para convencerme de que el incidente no había sido para tanto y que como buena cristiana yo debía perdonar y olvidar….(sin comentarios).
Cada día sentía un auténtico pavor al ir al colegio y tener que enfrentarme a ella, su odio hacia mi persona se veía cada vez que se dirigía a mí. Gracias a ella, sentía tal terror y ese dolor lleva en mi desde entonces. Desde que salí de allí tan solo he pisado el colegio una sola vez por la angustia que me provocaba poder encontrármela.
Podría contar cientos de casos, no sólo míos, si no de mis compañeras. Daría para escribir un libro de lo buena persona que es esta…¿señora?. Me encantaría poder decirle todo esto a la cara, espero algún día que la vida me de ese regalo, para poder liberarme de su sombra dañina.
Querida Mª Victoria, puedes estar realmente muy orgullosa del sentimiento que has dejado en tus antiguas alumnas (al menos en la generación del 72) y sobre todo en mi. Siempre te recordaremos…
Amaya Alonso (vasca de nacimiento y andaluza de adopción)
Rafi Benavente
26-02-2018 22:51:19
Una gran mujer,una gran maestra,catequista y lo mas grande una gran belmezana.Todos nos sentimos orgullosos de ti Maria Victoria,eres un ejemplo a seguir.Un beso enorme.
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