Desde muy pequeñita, con poco añitos salió del lugar de nacimiento, de ese pueblo blanco que nunca dejo de ser referente en su vida, eran tiempos complicados en la Sociedad de Peñarroya, esos años de los sesenta, ya empezaban esos largos éxodos, los trenes y nuestras estaciones de Belmez y Peñarroya Pueblonuevo, se llenaban de aquellas maletas de cartón y otras, la subida al tren, donde la búsqueda de nuevos horizontes era lo primero que había que tener claro, ese destino que nos permitiría de nuevo tener ese trabajo estable, asignatura que todos llevábamos en nuestra conciencia, y que gracias a Dios, eran tiempos duros, pero a la postre todas esas emigraciones tuvieron ese final feliz.

Hoy después de casi cincuenta y tantos años de emigración, quiero hacerle un reconocimiento a una persona muy querida por mi familia, en especial por mi mujer Mari, esa amiga de toda la vida, que desde muy pequeñitas las dos son como hermanas, yo observador, diría algo mas, que bonita es la amistad, cuando se quiere de verdad, MARICÁRME LORENZO AROCA, hija de Pepìn Lorenzo y Elisa Aroca, en esos años, fue trasladado por esa empresa de Peñarroya, a esta ciudad de Madrid, ahí en ese edificio de la calle Alfonso XII, numero treinta, de nuevo empezó a trabajar para la comentada empresa, PEPIN AROCA, fue siempre ese referente de belmezano en Madrid, donde las puertas de su casa, siempre estaban abiertas para todos sus paisanos y amigos, PEPIN a pesar de la distancia, su pueblo y amigos siempre los tuvo con él cuanto disfrutaba hablando de ese lugar que tanto queremos, en ese edificio donde vivía, en esa comunidad, la mayoría de vecinos, eran trabajadores de la Sociedad Minera, el ambiente era muy acogedor en esa calle de Batalla de Brunete, hoy llamada Rafael del Riego, ahí junto al paseo de las Delicias y muy cerquita de esa emblemática estación de Atocha.
Pepín y Elisa, siempre le inculcaron a su hija ese amor a su pueblo,y de verdad que eso se le quedo para siempre a ella.
Maricarmen siempre estuvo enamorada de esta ciudad, fue inmensamente feliz en su etapa de estudiante y de trabajo en esa embajada de Argentina, hasta su matrimonio con Paco González Luque, que por motivos de trabajo se traslada a ese Instituto de ese gran pueblo de Cádiz, Puerto de Santa María, donde realiza su profesión de docente.

Maricarmen, en su interior sigue amando a esta ciudad y cuando puede se permite viajar y de nuevo conectar con aquellos lugares donde fue muy feliz, la vida va pasando y pasando y la vida cotidiana te hace el estar pendiente de tu familia, y bueno aunque ya son muchos años en ese gran pueblo gaditano, a ella se le quedó ese sello de esta ciudad madrileña, ya hace muchos años le falto su padre, un hombre como he comentado, parte my importante del cariño que le profesamos los belmezanos a nuestro pueblo ,él fue un gran referente, y en su casa se empezó a diseñar lo que posteriormente fue esa gran familia belmezana de residentes en Madrid.
Hace unos días, MARICARMEN, ha pasado unos días en esta ciudad y la verdad que de nuevo esa sonrisa la llevaba constante en su rostro, este mes de Agosto ha estado en su pueblo en Belmez, allí con su querida Madre, y como no podía ser de otra forma, esa calles blancas les recuerda tanto a su querido Padre, ya que él era muy feliz cuando venia de Madrid para el pueblo, sentimientos muy arraigados hacen que a pesar de la distancia, este lugar que tanto queremos este siempre junto a nosotros, Belmez es parte muy importante de todos nosotros, de nuestras vidas y nunca dejaremos de estar a su lado, mientras las fuerzas nos aguante.

Dos lugares que nuestra paisana y amiga MARICARMEN, los lleva en su corazón, este nuestro pueblo y esa ciudad que en todos esos años, ahí junto a la calle Ancora y ese metro Palos de la Frontera, los vivió tan de cerca, que se le quedó para siempre en su corazón, ya termino diciéndole, que te queremos mucho y que nunca dejes ese arraigo a estos dos referentes que tanto te gustan y que te hicieron muy felices, nosotros siempre estaremos aquí, esperándote MARICARMEN.

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