27 de abril de 2017 | Daniel Solano
Ella es una alegría constante
Ella, es una alegría constante
La vida de nuestros pueblos nos deparan grandes vivencias y la verdad que es muy grato el recordarlas, hay sitios emblemáticos, rincones, que nos quitan el sueño, y personas que por su buen hacer son siempre recordadas. Me crié muy cerca de esa plaza del santo, conocí por suerte a grandes amigos y amigas y conviví, con ellos momentos de juventud muy importantes, esa casa grande, esa referencia de un lugar muy querido por los belmezanos, esa casa guarda en su interior, momentos descriptibles, cuantas buenas personas vivieron ahí, anteriormente fue las oficinas de la S.M.M.P., en ellas se elaboraba todo lo que acontecía a esa gran empresa, lugar posteriormente de los pagos a los trabajadores y en sus viviendas, pernoctaban excelentes personas, donde tantas amigas y amigos nos dieron momentos que nunca olvidaré.
Hoy quiero con todo mi cariño y mi respeto, reconocerle esa labor tan importante en el seno de la amistad a una de esas guapas belmezanas que vivían y vivieron ahí, ISABEL GONZALÉZ MOLINA, hija de Epifanio González Cerrato e Isabel Molina, que gran MADRE, como cantaba esas saetas en nuestra Semana Santa, y cuanto quería a sus hijos, Isabel,Celia, Juanepi y ese Lalo, que tanto quiere a su pueblo.
ISABELI, que como la hemos conocido todos y la seguimos conociendo, es esa clase de persona cercana, muy cercana, amiga, muy amiga de sus amigos y amigas, una mujer que siempre tuvo en su interior ese arraigo a sus raíces y costumbres, con un sentimiento andaluz muy penetrado en su interior, una mujer que su alegría las transmite a diario con todos sus paisanos y amigos, una mujer que siempre tiene esa palabra de cariño en el trato con los demás, amante de su pueblo, de su Vírgen de los Remedios y como no podía ser de otra forma, rociera por los cuatro costados, cuantas veces acompañado junto a su esposo ANTONIO ESTEPA, y sus amigos de Belmez, de toda la vida, ese acompañamiento año tras año al Simpecado de la hermandad de Valencia, esos años vivido en la ciudad del Turia, los lleva muy adentro y me consta dejó grandes amigos y amigas en esa ciudad valenciana.
Isabeli, siempre está dispuesta hacer felices a sus amigos, esos ratos que ese grupo vive en nuestras fiestas y ferias, son magistrales, el amor a esa amistad es algo muy importante para ella y cuando hace falta ahí está vestida de mantilla, en esa nuestras procesiones y antes esas bonitas imágenes, su voz le sale del alma en sus muchas saetas que le dedicó a nuestras maravillosas obras del imaginero sevillano Castillo Lastrucci.
Siempre he tenido con ella una relación de amistad de toda mi vida y mi juventud, he tenido la suerte de tratarla mucho, y siempre dignificó ese gentilicio nuestro, BELMEZANA, Isabeli, es y será de por vida, esa mujer añorada, esa mujer integra en sus expresiones en el sentimiento de amor y cariño a su pueblo, esa mujer que siempre está haciendo Belmez, por donde pasa,una mujer que enriquece con su jovial forma de ser, ese grupo de amigos, que son ejemplos de cómo hay que ser, cuando entregas tu amistad, ISABELI, es esa belmezana que todo su pueblo quiere y mucho, y ya termino diciéndote, amiga ISABELI, sólo me queda darte las gracias por ese cariño y esa disposición que siempre nos has ofrecido tanto a mi como a Mari, y reitero las gracias por ese comportamiento hacia nosotros.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo para ti y para ese gran hombre, tu compañero tu ANTONIO.
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