Cuando van pasando los años y haces un recordatorio de todo lo que uno pudo darle a su pueblo, a pesar de la distancia, te vienen imágenes de niños, en nuestra casa, esos amigos de la calle y ese sentimiento hacia tus raíces y costumbres, esa formación a base de grandes esfuerzos, esos ratos del parque sentado junto aquellos amigos ya emigrados, ese Maestro y aquella Maestra, en esos estudios de bachillerato, ese grupo escolar, donde todos los días, había que dar el do de pecho, mientras sonaba aquella guitarra, con aquello acordes para las presentaciones en ese teatro de las monjas, o aquellas canciones de la nunca olvidada murga del carnaval del maestro MANOLO EL GURRIATO, todo esto lo vivió en primera persona este joven chaval y digo chaval, porque su juventud siempre la tiene en su interior y en su exterior sigue tan resolutivo como siempre, guapo ,si joder sigue muy guapo y por dentro aún mucho mas.
Bueno, estoy escribiendo sobre un belmezano que se siente muy orgulloso de su gentilicio, lo mismo que todos sus hermanos y hermanas, hijo de una gran pareja e inolvidables personas añoradas siempre y muy queridas en nuestro entorno, D. ANDRÉS SIRUELA DELGADO y Doña FELICIDAD TORRICO, un matrimonio que nos dejó una gran impronta durante el tiempo de vida que Dios les concedió.
Sebastián Siruela Torrico, una vez acabado sus estudios, ejerce de profesor y de ATS, la verdad en todos sitios por donde pasó, como no podía ser de otra forma, supo darle a sus alumnos y pacientes, esa forma de transmitir esos conocimientos, con una dedicación exclusiva importante, tanto en sus clases como en esa faceta con esas personas que tenían que pasar por sus manos en esas curas, el trato de cariño era su tarjeta de presentación, recuerdo un dato de él muy importante ,con un chaval malagueño que había tenido un grave accidente y en esas curas, SEBASTIÁN, le atendía con el cariño y el amor a esa profesión el niño le gustaba el fútbol, era madridista, y este belmezano, se puso en contacto con el Real Madrid, Instituciones de relaciones y consiguió objetos de regalo por parte del Real Madrid, para este niño.
Como decía, cuando se ama a su profesión la entrega es continua y el servicio es latente, en este aspecto Sebastián ,dejó muy claro cual era su cometido y la verdad que lo dejó en la máxima altura.
Sebastián junto a su mujer Cármen, forman un núcleo muy importante de arraigo a BELMEZ,siempre que pueden acuden a este bello rincón nuestro y junto a ese nutrido grupo de amigos, hacen que el tiempo se paralice, la verdad el estar junto a ellos ,es sinónimo de pasarlo estupendamente, esas guitarras, esas canciones y esos ratos maravillosos ,son parte muy importante en la vida de ellos, todos juntos, acuden por Belmez, desde distintos puntos de nuestra geografía, la quedada es nuestro pueblo y allí aparecen para estar en esos días, donde el arraigo sigue intacto en todos ellos, hace ya muchos años que emigraron, pero, en su mente siempre hay un hueco para volver a pisar estas lindas calles de nuestro Belmez, este bello rincón en el corazón del alto valle del guadiato, su calle Córdoba, ver su Semana Santa, San Isidro, esas encinas de la fuente del corcho, como antes lo hicieron en los Mestos, esa visita obligada a ver a nuestra Patrona, en esa feria en su honor, y bueno siempre pegados al sentimiento de amor y cariño hacia la tierra que les vio, nacer, ellos son BELMEZ, y siempre lo serán de por vida.
Como belmezano,sólo me queda darle las gracias a este bello matrimonio y a todos sus amigos, por todo lo que nos dan y nos regalan con su visita a su tierra, bendita ella que nos permite juntarnos a todos su hijos.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo para todos ese gran grupo de amigos belmezanos.

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