Hay personas que dejan una impronta entre toda su familia y amigos, que nos dejan muy tristes a todos, hoy las campanas de la iglesia belmezana ha tocado a duelo, son momentos muy difíciles de explicar, ese sentimiento que te une a esta persona, hace que en tu interior ,algo se ha roto, la verdad que en todo el tiempo que tuve esa gran suerte de conocerlo y tratarlo, sólo puedo tener palabras de agradecimiento a su ejemplar servicio para todos sus paisanos, PABLO ALCALDE, era un persona entregada a su familia, todos sus hermanos y sobrinos, son muy queridos en nuestro pueblo y él los llevaba siempre en su corazón.
PABLO, de toda la vida trabajaba en la casa de Felicidad Torrico y Andrés Siruela, ahí estuvo como un familiar más, era un buque insignia en esa casa, siempre al lado de Felicidad y Andrés, desde su temprano edad, vio nacer a todos sus hijos, y lo que trabajo con ellos, más tarde llegaron los nietos y demás familia y él siempre junto a ellos, que puedo decir de este hombre, si era una parte muy importante en esa casa, he tenido la suerte de compartir con él, muchos momentos a lo largo de mi vida, y siempre fue una persona, que para todo lo que lo necesitara estaba ahí, en ese domicilio de la calle Córdoba, 64, en esa calle la Mina, todos sus vecinos lo adoraban, como decía al principio, PABLETE, era punto y aparte en esa ayuda en esa casa, y la verdad que tanto Felicidad como Andrés, lo querían muchísimo, de la misma forma que sus hijos, nietos, bisnietos y toda esas más personas que llegaron a esta familia.
Pablo, hace a unos años, después del fallecimiento de esa personas que él tanto quiso, estaba en nuestra Residencia de Ancianos, Pablo, siempre estaba con esa alegría que le hizo ser una persona muy querida por todos sus paisanos y amigos, Belmez, se siente consternado ante esta gran perdida, y Belmez ha perdido otro belmezano mas, que siempre dignifico ese gentilicio de belmezano.
He vivido junto a él, momentos irrepetibles, en Madrid, en Santa Pola, en el Rincón de la Victoria, Granada y Belmez, él tenía debilidad por su MARIREME, nuestra amiga, y por Antonio José, y sé que cuando falleció, Pablo, sufrió mucho, ya que Antonio José, le tuvo siempre de la misma forma que toda la familia Siruela, un cariño muy especial.
En estos duros momentos, sólo puedo decirle a sus sobrinos, Pedro y Ani, a su hermano Miguel, a su hermana y a todos los demás sobrinos, que os acompaño en este dolor, y que PABLO, dejó en todo lo alto el sentimiento y lealtad a la familia donde estuvo tantos años trabajando, su también familia SIRUELA TORRICO, Pablo, siempre estará en el corazón de todos los belmezanos, porque él siempre hizo pueblo, y nunca dijo no a nadie, cuando se le necesito.
Desde estas líneas, decirte PABLETE, que yo te quería muchísimo y que tu cariño hacia mi familia e hijos, siempre lo tendré en mi recuerdo, nunca te irás, tu vida y tu recuerdo son tan fuertes, que siempre te tendremos a nuestro lado D.E.P. AMIGO PABLO.

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