Como pasa el tiempo, y como las nueva tecnologías cada día nos dan de nuevo una sorpresa de cómo avanza la vida, si miras hacia atrás aún esta muy viva esa imagen de ese reparto de aquellos carillos por las calles de nuestros pueblos circulando y llevando ese frío témpano de hielo, que cada día se elaboraba en esa antigua y nunca olvidada fábrica de hielo de la calle Real en Belmez, ese hielo y esa elaboración era atendida por una familia y que gracias a su trabajo y esmero, hacían posible que el frescor llegara a nuestros hogares, esa barra se partía y en los nuevos centros de refrigeración y en esos nuevos muebles que ya te permitian almacenar ese hielo,que con la temperatura de nuestra comarca, era un placer el poder tener la oportunidad de beberte algún refresco con ese tibio y edulcorante sabor que a todos nos hacía la boca agua.

La verdad esa fábrica fue un referente en nuestra época, la regentaba la familia CRISTO, en ella una vez potenciando su investigación, aparte de esas gaseosas que ya las vendian en muchos sitios del pueblo, esa nueva marca que a todos los niños belmezanos nos alegraba las pajarita el poder pedirte ese formato nuevo de esa calidad tan contrastada, ese refresco nuestro, que de verdad competía con aquellas marcas nacionales e internacionales, Mirinda, Fanta, Coca Cola, Pepsicolas, ese Cristo de Naranja y de Limón que en aquellas tardes de toros se vendían por doquier, y en todos los bares belmezanos y en las resposterías de aquellos cines de verano, y la verdad que para todos esos chavales de lo años sesenta,sententa y algo mas fue una delicia el poder degustarlos, esta familia marco una época en nuestro pueblo y la verdad de estas líneas quiero hacerle un reconocimiento a toda esta familia por todo lo que nos dio en ese tiempo.

Hoy quiero homenajear a uno de sus hijos, AGUSTIN CRISTO, él junto a su hermano RICARDO, estuvieron trabajando en esa añorada fábrica y ellos junto a sus padres dejaron esa gran huella de un servicio ejemplar para BELMEZ, en todos esos años de trabajo.

La vida sigue y ellos dos buscan sus trabajos en otros establecimientos, Ricardo Cristo, dejó un gran recuerdo por su profesionalidad en el departamento de correos en este pueblo belmezano, Ricardo ,pasó por todos esos departamentos y fue una persona que siempre dignifico el trabajo de en ese organismo público y me consta que dejó ese gran saber y ese respeto por todo lo que hacía, durante toda su vida profesional en esa oficina postal.

AGUSTIN CRISTO, después del cese de actividad de la fábrca de sus padres, de nuevo busco como toda persona un trabajo estable y lo encontró cerquita de su lugar de origen, se que la Posadilla la lleva en el alma pero Belmez, lo lleva muy adentro, Agustin estuvo muchos años trabajando en esa Presa de Sierra Boyera, en ese pantano de la confederación hidrográfica del Guadalquivir y dejo ese calado de una persona muy seria en sus funciones y que en toda su larga vida profesional, dejó esa impronta de una persona que siempre estuvo en esa posición de ayuda a los compañeros que lo necesitaron.

Tanto Ricardo como Agustin, fueron claros ejemplos de comportamientos, en esa calle Real, en ese domicilio y en esa casa fàbrica, dejaron patente lo importante que era la formación de los hijos y en esos sus padres, sacaron la mejor nota.

Felicidades a toda la FAMILIA CRISTO, esa familia que tanto quiere BELMEZ.

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