Toda la vida he conocido a personas que en silencio, trabajan y trabajan, quieren estar ahí al lado de sus compañeros, pero su virtud, le hace ser aún mas grande, esa clase de persona siempre tendrán un sitio a mi lado, porque de ellos puedo esperarlo todo,esa sinceridad, ese abrazo autentico ,ese saber estar en todo momento, y ese cariño y esa sonrisa que dedica a todo el mundo en su trato diario, que bonito es ver a esta clase de personas, y cuanto dan a los demás, ellos al finalizar el día, pueden echarse a dormir tranquilos, ya que siguen siendo muy queridos por todos los que afortunadamente tienen esa gran oportunidad de tratarlos.

Bueno, hoy quiero dedicarle esas líneas muy merecidas a uno de estas personas, que por su comportamiento cívico y deportivo son acreedores de este pequeño reconocimiento, este belmezano RAFAEL ANGEL DURÁN GUALDA, es de esos jugadores que por su calidad futbolistica sabia en cada momento lo que tenia que hacer en esa demarcación, donde el amigo de su padre y vecino de la calle Pedroche, y mister, Antonio Cobos, lo ubicaba, porque en esa zona este jugador rendía a pleno rendimiento, en él se reunía esa faceta de un jugador técnico que manejaba la pelota, y la sabia poner en ese espacio para que su compañero lo recibiera en esa difícil posición con ventaja hacia el defensa de turno, su amplio trabajo en esa zona era el escaparate donde se veía su gran fútbol, y desde ahí ordenaba y apoyaba a todos su compañeros en esos grandes partidos de nuestro Recreativo Belmezano.

Cuando un jugador atiende a su entrenador y le respeta todas las decisiones que él tome, entonces es cuando uno empieza a formarse como jugador, el respeto por esas comentadas decisiones incluidas esas que te dejan sin esperarlo en el banquillo, esas respetándolas te hacen mas fuerte, cuando en tu casa de pequeño te inculcan esos valores de respeto y educación en el trato con las demás personas, entonces tienes mucho ganado, en esa familia Durán Gualda, ahí los genes futbolísticos están muy arraigados, su Padre Ramón Durán jugo muchos partidos en nuestro pueblo y además siempre vivió el fútbol muy de cerca, vecino de toda la vida de ese Magisterio del fútbol de Belmez, Antonio Cobos, pues ya de pequeños ambos vivían muy cerca todo lo relacionado con este deporte y aunque no quieras Ramón lo traslado a sus hijos de la misma forma que Antonio Cobos lo hizo con sus hijos.

Bueno,el tiempo pasa y pasa vamos pasando años y atrás queda ese bello recuerdo de esos años defendiendo con honor esa gran camiseta representativa de un pueblo deportivo y de un club que a lo largo de los años, unió y unió a muchos belmezanos en esa gran amistad cosechada por esa actividad futbolística.

Antes de terminar, quiero agradecerle como hago siempre de corazón a todos esos chavales que tuvieron esa gran suerte de vestir esa zamarra blanca y azul y que fueron importantes en esos días de lucha y entrega en la defensa de ese escudo, gracias RAFA, por todo lo que nos diste y nos regalaste.

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