No hace falta ser un experto en
semillas feminizadas de marihuana para saber que esta sustancia está en nuestra vida de muchas maneras. Sus consumidores se acercan a ella desde el consumo medicinal o recreativo y muchas veces sin tener claro si lo que están haciendo es legal o no. Como toda actividad que mueve dinero, la imaginación no parece tener límite. La empresa Brewbudz, en California, especializada en productos relacionados con el cannabis, ha inventado una nueva forma de tomar café con cannabis en cápsulas monodosis. Esto puede ocurrir en este estado porque la marihuana es legal (tanto en su versión más lúdica como en la terapéutica). Por eso, la flor de cannabis se junta con café arábica y su contenido en THC es variable. El cannabinoide THC es el responsable de los efectos psicoactivos del consumo de marihuana, por lo que tiende a eliminarse o mitigarse en los productos con fines medicinales, y se potencia en el uso recreativo. En este caso, hay dos versiones a elegir. No es desdeñable tampoco el cambio de imagen que supone poder consumir sin que el resto lo sepa, de una manera discreta y con
una taza humeante (que por cierto tampoco tiene que ser necesariamente de café, puede ser de chocolate o en su versión descafeinada). Además, muchos pacientes se resistían a la versión fumada por el daño que ocasiona a los pulmones, algo que esta opción de consumo elimina de un plumazo.
Como detalle curioso, cabe añadir que esta empresa cometió el error de hacer compatibles sus cápsulas con un tipo de máquina de café que las fabrica con plástico no biodegradable y altamente contaminante, lo que a punto estuvo de acabar con el sueño antes de empezar. En su defensa alegaron que sus cápsulas son cien por cien reciclables, y es que aunque la conciencia medioambiental está cada vez más extendida, hay ámbitos donde estos errores se pagan más caros que en otros. En el caso de los consumidores de marihuana, parece que el compromiso con la sostenibilidad y lo local es evidente.